Mensaje de ETA a Arzalluz
Cuando ETA mata, cabe pensar al menos dos cosas: que sus v¨ªctimas son elegidas entre aquellas que son m¨¢s accesibles a la capacidad operativa de los terroristas, y por tanto, las circunstancias de las v¨ªctimas son accidentales, no tienen ninguna significaci¨®n: ser¨ªan v¨ªctimas fruto de la casualidad. O -como cabe pensar- que sus v¨ªctimas son elegidas cuidadosamente para poder decir, a trav¨¦s de sus circunstancias, lo que ETA quiere decir: las circunstancias de las v¨ªctimas ser¨ªan el lenguaje a trav¨¦s del que ETA (adem¨¢s de sus comunicados) dice lo que quiere decir.Las dos ¨²ltimas v¨ªctimas de ETA (dejando al margen a sus propios militantes: voy a tener la delicadeza de callar lo que ese accidente hizo sentir a muchos), una de ellas, J¨¢uregui, socialista, y la otra, Korta, al menos en la ¨®rbita nacionalista, tienen algo en com¨²n: hab¨ªan apostado p¨²blicamente por la v¨ªa del di¨¢logo para resolver el llamado problema vasco, que -en estos tiempos, y aunque los nacionalistas vascos se empe?en en no admitirlo- no es el del enfrentamiento entre Euskal Herria y Espa?a-Madrid, sino el del enfrentamiento entre unos vascos y otros vascos.
Entre uno y otro asesinato, Arzalluz (que ¨²ltimamente no condena inmediatamente los asesinatos, sino que deja pasar unas horas para decir lo que piensa en un marco en que no pueda ser ni preguntado ni discutido, sino solamente aplaudido) hab¨ªa retado a Rodr¨ªguez Zapatero (en uno de esos actos montados ad hoc: recu¨¦rdense las im¨¢genes de TV, un mitin ante una decena de personas, sentadas en los bares de la plaza de Motrico, respaldado y arropado en el escenario por un fiel Egibar; estremecedora y pat¨¦tica la escenificaci¨®n de la soledad pol¨ªtica de ambos,) a que dijera si apostaba por la v¨ªa policial para la resoluci¨®n del problema vasco. Le ret¨® pocas horas despu¨¦s del asesinato de J¨¢uregui.
La respuesta del nuevo l¨ªder socialista tuvo la elegancia de callar lo que era obvio. ?Para qu¨¦ decir que apostaba por la v¨ªa del di¨¢logo si esa v¨ªa no le libr¨® del atentado a su compa?ero J¨¢uregui?
La respuesta que a Arzalluz no le lleg¨® de Rodr¨ªguez Zapatero le ha llegado de ETA con el asesinato de Korta, otro vasco que hab¨ªa apostado por el di¨¢logo: independientemente de lo que piensen unos u otros, es ETA la que no quiere la v¨ªa del di¨¢logo ni con populares, ni con socialistas, ni con nacioalistas vascos.
ETA le acaba de decir, se?or Arzalluz, que es ella la que no quiere la v¨ªa del di¨¢logo. Quiz¨¢s quiera la v¨ªa policial, la judicial, la legislativa, o simplemente la que la propia ETA considera la v¨ªa militar. Desde el Estado de derecho, y a¨²n desde la autonom¨ªa de derecho, no parece dif¨ªcil responder a una larga ya y repetida declaraci¨®n de guerra: ese Estado de derecho tiene hoy un ej¨¦rcito profesional y unas alianzas internacionales que le permiten el acceso a sofisticados medios tecnol¨®gicos (como se ha puesto de manifiesto en las ¨²ltimas guerras localizadas aqu¨ª, en la propia Europa). Y hasta el reagrupamiento de los presos de ETA, atendiendo la reivindicaci¨®n de su propia organizaci¨®n, facilitar¨ªa a los profesionales la definici¨®n de sus objetivos militares. Quiz¨¢s sea eso lo que quiere ETA, porque, desde luego, se?or Arzalluz, ETA le acaba de repetir que la negociaci¨®n no la quiere ni con los nacionalistas.-
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