El inesperado regreso a la piscina del pol¨¦mico Gary Hall
El estadounidense, que tiene diabetes aguda, recupera su mejor forma
No hace mucho, las ¨²nicas preocupaciones de Gary Hall eran las de un freakie: recorrer las carreteras norteamericanas con su vieja furgoneta Volkswagen y escuchar m¨²sica, preferiblemente de su grupo favorito, los Grateful Dead. Ni tan siquiera la nataci¨®n le importaba demasiado. Parec¨ªa el hombre destinado a acabar con el reinado del ruso Alexander Popov en las pruebas de velocidad, pero nunca demostr¨® la voluntad necesaria para vencer a uno de los grande mitos del deporte. Segundo en los Juegos de Atlanta en 50 y 100 metros libres, Hall se hizo m¨¢s famoso por sus problemas fuera de la piscina que por sus haza?as en el agua. En 1998 fue sancionado con tres meses de suspensi¨®n por dar positivo en un control antidopaje. Por marihuana. Tambi¨¦n se le detect¨® el rastro de hierba en los Juegos de Atlanta, pero la marihuana no figuraba en la lista de sustancias prohibidas por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional.Hall fumaba hierba y nadaba poco. Se le dio por perdido para la nataci¨®n. Nunca hab¨ªa destacado por su capacidad de sacrificio, a pesar del don que pose¨ªa. Hijo y nieto de grandes nadadores -su padre, Gary Hall Sr., fue medallista en los Juegos de 1968, 1972 y 1976, y su abuelo, Charles Keating, gan¨® los Campeonatos de Estados Unidos de 200 mariposa en 1946-, parec¨ªa un tipo a la deriva. Apenas se supo nada de Gary Hall (25 a?os) hasta que en la pasada primavera se le detect¨® una diabetes aguda. El nadador m¨¢s arrogante de Estados Unidos, el hombre que entr¨® a disputar la final ol¨ªmpica como si fuera un boxeador, lanzando pu?etazos al aire frente al impasible Popov, estaba ahora de frente a un drama que le cambiaba radicalmente su vida. "Hasta entonces me sent¨ªa invulnerable, como les ocurre a casi todos los atletas j¨®venes, y especialmente a los velocistas".
Durante el siguiente a?o y medio, Hall no volvi¨® a nadar los 100 metros libres. Aunque no era el primer deportista diab¨¦tico -el central Gary Mabbutt jug¨® varias temporadas en el Tottenham conocedor de su enfermedad, igual que el Juric en el Celta-, su caso era lo suficientemente grave como para recibir un intensivo tratamiento, con dosis de hasta ocho pinchazos diarios de insulina para regular el nivel de az¨²car en su sangre.
Un individualista
Despu¨¦s de vagabundear por Centroamerica, decidi¨® que era el momento de poner alguna perspectiva en su vida. Famoso por su individualismo, que le hab¨ªa llevado a rechazar la tutela de un entrenador durante toda su carrera deportiva, Hall regres¨® a Phoenix (Arizona) para integrarse en el grupo que hab¨ªa formado el ex nadador Mike Bottom. Con ¨¦l estaban el veterano velocista tejano Jon Olsen y Anthony Ervin, la nueva sensaci¨®n californiana.Se rumoreaba el retorno de Hall a la competici¨®n, pero no hab¨ªa datos que lo confirmaran. Tres semanas antes de las pruebas de selecci¨®n del equipo estadounidense, no hab¨ªa acreditado la marca m¨ªnima para participar. En realidad, no hab¨ªa participado en prueba alguna de 100 metros. A finales de julio, particip¨® como primer relevista en el torneo organizado por la legendaria Janet Evans. Consigui¨® una marca de 51.13 segundos, suficiente para participar en los trials, pero en absoluto prometedora. Estaba, por ejemplo, a un segundo del r¨¦cord espa?ol. Su hora como sucesor de Popov hab¨ªa pasado. Sin embargo, el don natural se mantiene en el largo cuerpo de Gary Hall. En la madrugada del sabado, se clasific¨® para la final de 100 metros (al cierre de esta edici¨®n no se dispon¨ªa de los resultados) con el segundo mejor tiempo: 48.92 segundos. Es decir, ha vuelto al umbral de sus mejores registros, camino de convertirse en uno de los protagonistas de los Juegos y en el eje de una historia familiar salpicada por el dinero, la fama y los esc¨¢ndalos.
Charles Keating, su abuelo, fue el hombre que denunci¨® a Larry Flint, propietario de la revista pornogr¨¢fica Hustler, en el caso magistralmente retratado por el director Milos Forman en la pel¨ªcula El esc¨¢ndalo Larry Flint. Reaccionario de primer grado, Keating era un multimillonario que encabez¨® la cruzada contra la inmoralidad antes de protagonizar el mayor esc¨¢ndalo financiero de los a?os ochenta, la quiebra por fraude de la entidad financiera Lincoln Savings & Loan. En 1989, cuando contaba 65 a?os, recibi¨® una condena de 12 a?os de c¨¢rcel y el pago de 112 millones de d¨®lares. Gary Hall era su nieto favorito, a pesar de sus aficiones por el rock, la hierba y la vida trashumante. "No reniego de mi condici¨®n rebelde, pero verme de frente a la muerte me ha obligado a buscar otros objetivos en mi vida", dijo tras la semifinal celebrada en Indian¨¢polis. Por de pronto, ha vencido a los pron¨®sticos. Quienes le daban por finiquitado, se equivocaban.
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