Un pu?ado de viento sur
Hablar del caballo Cagancho puede parecer a estas alturas de la vida todo un t¨®pico. Y tal vez lo sea. Ayer se demostr¨® con creces que cuando sale a la plaza, el arte del rejoneo se pone de pie, vistiendo las galas de la gloria. Pablo Hermoso de Mendoza, en su primer toro, tuvo la virtud de citar de lejos a los toros y prenderles las banderillas en todo lo alto. No estaba todav¨ªa Cagancho en la arena, mas sus otros caballos cumpl¨ªan bien las encomendaciones para rejonear a ese toro. El presidente le concedi¨® una oreja, que fue un regalo, puesto que el rej¨®n de muerte se le cay¨® muy abajo. Fue en su segundo toro, quinto de la tarde, cuando despu¨¦s de trazar los tres primeros rejones con solvencia, de pronto sali¨® Cagancho y la fiesta se visti¨® de leyenda, esa leyenda beduina que anuncia aquello de: "Tom¨® Al¨¢ un pu?ado de viento sur, le prest¨® su aliento y cre¨® el caballo". Entonces, a un toro mansote, en el instante que Cagancho se acerc¨® al toro y lo fue embebiendo con sus galopes tan cadenciosos, tan r¨ªtmicos, aquel toro mansote se torn¨® un toro brav¨ªsmo. Y ese toro, por querer pillar al caballo, tan s¨®lo pod¨ªa llegar a peinarle la cola. La cola de Cagancho iba cit¨¢ndole al toro y haci¨¦ndole creer que era un cuerpo opaco y blando, para que el toro casi lo mordiera.A eso se llama torear. Cagancho torea a los toros. Lamentablemente su fuelle ya no da para m¨¢s. Y a continuaci¨®n, dej¨¢ndonos con la miel en los labios, se despidi¨® de nosotros, y en su lugar sali¨® Chicuelo, para conseguir que su jinete prendiera los dos restantes pares de banderillas con suma facilidad. Los dos rejones traseros no impidieron al presidente dejar de concederle la otra oreja.
Guti¨¦rrez / Moura, Hermoso, Porras
Toros de Carmen Lorenzo y Ver¨®nica Guti¨¦rrez, tan reglamentaria como exageradamente despuntados. 1?, 2? y 6?, encastados; los dem¨¢s, mansos.Joao Moura: un rej¨®n (silencio); un rej¨®n y pie a tierra: seis descabellos (silencio). Pablo Hermoso de Mendoza: rej¨®n ca¨ªdo (oreja); dos rejones traseros, pie a tierra: un descabello (oreja). Mart¨ªn Gonz¨¢lez Porras: rej¨®n, pie a tierra: un descabello (aplausos); dos rejones ca¨ªdos -aviso-, pie a tierra: dos descabellos -aviso- (silencio). Plaza de Illumbe, 13 de agosto. 1? de feria. Casi lleno.
A este respecto, hay que decir que el presidente no estuvo demasiado riguroso en el primer toro del rejoneador navarro. Sin embargo, hay que valorar la precisi¨®n en cuanto a los ¨®rdenes de la lidia.
El portugu¨¦s Joao de Moura tuvo una actuaci¨®n discreta. En los primeros tercios su calificaci¨®n fue correcta, sin embargo, en cuanto a los rejones de muerte, en su primero lo realiz¨® con una gran trampa, y en su segundo toro, algo inaudito en un rejoneador de su experiencia, fall¨® cinco veces hasta conseguir dar el sexto rej¨®n en el lugar apropiado.
Mart¨ªn Gonz¨¢lez Porras, demostr¨® bastante vastedad en el arte del rejoneo. Cuando galopa sin los aceros, su juego va entre dejar que el caballo se aproxime al toro, y en otros momentos torea demasiado alejado. Adem¨¢s, crea en los espectadores una sensaci¨®n de prisa y desasosiego.
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