Torre del Mar ense?a a los ba?istas de sus playas a bailar con diferentes danzas de todo el mundo
Torre del Mar se est¨¢ convirtiendo este verano en el lugar preferido por los j¨®venes que veranean en el litoral malague?o para pasar un d¨ªa de playa. ?Por qu¨¦? Por que si uno se descuida acaba bailando una polonesa junto al mar. Todas las tardes, esta pedan¨ªa de V¨¦lez-M¨¢laga desarrolla actividades para todos los turistas y residentes que disponen de tiempo libre y que se acercan al paseo mar¨ªtimo del municipio.Los organizadores ofrecen a j¨®venes y mayores m¨¢s de 160 actividades que van desde jugar un partido de f¨²tbol hasta leer un libro en la biblioteca situada a pie de playa. M¨¢s de treinta mil personas han disfrutado durante julio de las diferentes actividades programadas.
Una de estas actividades es la denominada Danzas del mundo que intenta ense?ar a bailar en la arena de la playa desde un valls hasta la polca. La actividad comienza por la tarde, cuando el calor deja de apretar. Al comienzo, muy pocas personas se acercan al trozo de playa acotado para el baile. La verg¨¹enza es generalizada pero, poco a poco, la gente se va animando cuando empieza a sonar una polonesa que uno de los j¨®venes mirones relaciona con uno de los ¨¦xitos del grupo espa?ol Los Inhumanos.
Al principio, la escasez de gente, la paciencia y la sonrisa de la monitora y el entusiasmo de unos pocos ni?os recuerda a las entra?ables secuencias de la pel¨ªcula Sonrisas y L¨¢grimas. Minutos despu¨¦s, poco a poco y sin necesidad de hacer uso de la guitarra, la gente se va acercando.
Lo primero que suena es una polca y, tras ella, una canci¨®n que "viene directa de Escocia", seg¨²n grita el pinchadiscos desde la caseta musical. Se refiere a la m¨²sica tradicional de La Marcha de los Cazadores, una tonada escocesa que siguen las bailarinas en bikini y algunos intr¨¦pidos, menos que ellas, en ba?ador. Y es que para bailar esta marcha no hace falta una falda a cuadros. Basta con lanzarse a la arena y dejarse llevar por las ¨®rdenes de Inma Ruiz, la monitora de 23 a?os, que explica pacientemente los pasos. "Muy sencillos porque sino la gente se pierde y se aburre", indica.
El esfuerzo de Inma recoge sus frutos y, poco a poco, los mirones se van animando, al igual que alg¨²n listillo que intenta todos los trucos para desbaratar el baile que ejecutan los ba?istas de manera irregular.
De verde fosforito, la monitora va dando las instrucciones. Ruiz, que da clases de baile y de masajes en Torre del Mar dos tardes por semana, busca las canciones y luego se inventa coreograf¨ªas para que todo el mundo pueda participar, desde cr¨ªos de cinco a?os hasta personas mayores que rondan los 50.
Despu¨¦s de tanta canci¨®n tradicional no pod¨ªa faltar La Bomba, la canci¨®n del verano. Y ocurre el milagro, porque el baile no sale y es que, donde est¨¦ un valls, que levante la cabeza Strauss y que la baje el hortera estival.
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