La cat¨¢strofe del 'Kursk' hunde la popularidad que Putin gan¨® en el conflicto con Chechenia
Una avalancha de cr¨ªticas est¨¢ cayendo sobre la cabeza del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, por la pasiva actitud que ha tenido frente a la tragedia que sigue desarroll¨¢ndose en las fr¨ªas aguas del mar de Barents. La prensa, la radio y la gente que llama a las emisoras y televisiones reprochan -unos con amargura, otros con iron¨ªa o indignaci¨®n- el silencio que guard¨® el presidente los cuatro primeros d¨ªas despu¨¦s del accidente del Kursk y lo que muchos consideran indiferencia ante la suerte de los marinos atrapados en el monstruoso submarino at¨®mico.
La luna de miel entre Putin y la sociedad rusa, que encontr¨® su m¨¢ximo apogeo en la ofensiva que el presidente orden¨® en Chechenia, ha llegado a su fin, y con el hundimiento del Kursk puede irse tambi¨¦n a pique la popularidad de la que todav¨ªa goza el presidente."El gran miserable, como el gran mudo, s¨®lo puede crear ilusiones". Bajo este titular de primera p¨¢gina de N¨®vaya Gazeta, un elocuente fotomontaje: a la izquierda, un submarino saliendo de su base; a la derecha, el paso subt¨¦rrano de la plaza Pushkin, con humo y un socorrista; en el medio, Putin, de abrigo y corbata, son¨¢ndose la nariz (que no llorando).
El prestigioso diario Izvestia rezuma amargura y sarcasmo. "El comandante jefe supremo est¨¢ de vacaciones. Tiene derecho: trabaj¨® activamente, viaj¨® mucho por el pa¨ªs, tambi¨¦n visit¨® un submarino; se las merece", escribe ir¨®nicamente en su primera p¨¢gina, lament¨¢ndose de que la mentira sea uno de los rasgos caracter¨ªsticos de los dirigentes rusos. Con el Kursk "se ha hundido la fe de la gente en la capacidad del Estado para defenderlos de la desgracias", contin¨²a Izvestia, que termina diciendo que "los grandes jefes" est¨¢n de "picnic a la orilla del mar con vista a los n¨¢ufragos".
Putin, efectivamente, ha permanecido todos estos d¨ªas a orillas del mar Negro, jugando al tenis y practicando nuevos deportes, como moto y esqu¨ª acu¨¢ticos. Las im¨¢genes televisivas lo muestran descansado y bronceado. Junto a ¨¦l, en Sochi, est¨¢n tambi¨¦n otros altos dirigentes, como su amigo Sergu¨¦i Ivanov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional. Como comentaba Izvestia, Putin no es "un Clinton cualquiera para volar al lugar de una tragedia". Verdad es que las vacaciones se est¨¢n terminando. Hoy el presidente deber¨¢ abandonar Sochi, para ir a Yalta, en Crimea, donde se celebrar¨¢ una cumbre de la Comunidad de Estados Independientes.
"Los marinos del Kursk ayer callaron. ?Por qu¨¦ callaba el presidente?", se preguntaba en portada Komsom¨®lskaya Pravda, uno de los diarios de m¨¢s tirada en Rusia (casi 700.000 ejemplares). La foto mostraba al presidente con uniforme naval, y el pie dec¨ªa: "Esta primavera, la Flota del Norte tom¨® al presidente por uno de los suyos..." El famoso diario digital Gazeta.ru lament¨® que el presidente "no cancelara sus vacaciones" cuando antes "estaba encantado de ir a bordo de un avi¨®n o un buque". "Es impensable imaginar c¨®mo el presidente del pa¨ªs, que sigue la horrorosa tragedia con la respiraci¨®n cortada, toma ba?os de sol tranquilamente", escibe antes de llegar a la conclusi¨®n de que "otra vez los intereses del Estado valen m¨¢s que la vida de la gente". El presidente "tiene que ser un ser humano y no una simple instancia", exige el peri¨®dico, y a?ade que tampoco "debe tener miedo a asumir la responsabilidad del posible fracaso, porque de no ser as¨ª quedar¨¢ como un funcionario".
El secretismo que reina en torno a la tragedia del Kursk es incomprensible: durante cinco d¨ªas los familiares de los marinos tratan de saber si sus hijos o esposos est¨¢n en el sumergible, y si es as¨ª, a qu¨¦ sector deb¨ªan ir en caso de alarma (cada tripulante tiene de antemano determinado el lugar a donde tiene que correr cuando suena la alarma).
In¨²til. No reciben respuestas. Ni siquiera los que han logrado llegar hasta M¨²rmansk. Pero muchas esposas y madres no pueden pagarse el pasaje hasta esa ciudad n¨®rdica, y por la televisi¨®n muestran un n¨²mero de cuenta a los que uno puede transferir dinero para ayudar a que los familiares de los marinos puedan volar a M¨²rmansk.
Sviatoslav, uno de los 23 moscovitas a los que al mediod¨ªa de ayer abord¨® este corresponsal pidi¨¦ndoles que comentaran lo que se est¨¢ haciendo para rescatar a los 118 hombres atrapadados en el fondo del mar, respondi¨®: "?Qu¨¦ verg¨¹enza, el Estado y las Fuerzas Armadas no s¨®lo son incapaces de salvar a los tripulantes, sino que ni siquiera dan dinero para que las madres tengan al menos el consuelo de poder seguir de cerca la tragedia de sus hijos!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Vlad¨ªmir Putin
- Contaminaci¨®n radiactiva
- Accidentes fluviales
- Rusia
- Armas nucleares
- Submarinos
- Pol¨ªtica exterior
- Europa este
- Accidentes mar¨ªtimos
- Transporte militar
- Accidentes
- Contaminaci¨®n
- Europa
- Armamento
- Problemas ambientales
- Relaciones exteriores
- Defensa
- Sucesos
- Medio ambiente
- Sociedad
- Radiactividad
- Energ¨ªa nuclear
- Energ¨ªa