El Juli puso la verg¨¹enza torera
Los tres primeros toros estaban presentados bajo m¨ªnimos: el primero, esmirriado, sin culata, los hijares remetidos, hasta con cara de hambre. Los otros, s¨®lo un poco mejor, tampoco estaban para presentarlos a una exposici¨®n pero, al menos, aguantaban en el ¨²ltimo tercio.Finito de C¨®rdoba realiz¨® una tarea aparente, de efectos especiales; cucharada y paso atr¨¢s en los lances de recibo y, con la muleta, siempre a derechas, con el estoque de ayuda en posici¨®n casi horizontal alargando el enga?o hasta hacerlo todo pico. ?Ligar? S¨ª. ?Torear en l¨ªnea? Tambi¨¦n. ?Echar al toro fuera? Lo que usted quiera. Qued¨® la mar de bien y hasta le dieron una oreja de verbena.
En el cuarto, Finito nos dio la medida exacta de su cacareada recuperaci¨®n: de aspecto est¨¢ que da gloria verlo, pero de toreo, lo que se llama de toreo, poquito. A ver si otra vez hacen milagros de m¨¢s calidad.
Varias ganader¨ªas / Finito, Morante, Juli
Tres toros, 1?, 2? y 3? de El Torero, mal presentados, y tres de Torrestrella, el 6?, inutilizado, sustituido por otro de Gabriel Rojas, anovillado. Finito de C¨®rdoba: media estocada desprendida -aviso- (oreja); pinchazo, estocada atravesada y perpendicular, tres descabellos (palmas). Morante de la Puebla: pinchazo, estocada tendida desprendida y trasera (aplausos); pinchazo, pinchazo hondo (palmas). El Juli: pinchazo, estocada desprendida (petici¨®n y dos vueltas al ruedo); estocada (oreja).Plaza de La Malagueta, 17 de agosto. 9? de abono. Lleno hasta la bandera.
Morante debe estar preocupado. No aparecieron defectos apreciables durante la lidia del segundo, en que se dedic¨® a dar pases entre enganchones, no sin apuntar previamente, en los lances de capa, que tan importante es el juego de brazos como el de pies. Menos mal que todo tiene su fin.
Y si lo del segundo fue malo, lo del quinto lleg¨® a ser peor. Tuvo detalles en un quite por chicuelinas, empez¨® la faena por ayudados y necesit¨® ayuda para el resto. Enseguida se puso a torear por derechazos sin ning¨²n mando, acompa?ando la embestida algo brusca y, claro, el toro se le ci?¨® en un par de ocasiones y se vio que aquello no pod¨ªa tener futuro, ni pasado, ni nada de nada. Le dieron el Nobel del aburrimiento.
Lo malo de El Juli es que su verdad pone de relieve las mentiras de los dem¨¢s. No se vayan a creer que El Juli estuvo memorable, pero s¨ª hay que admitir que tiene much¨ªsimos deseos de ser torero, que tiene ganas de complacer siempre y que le echa valor. Ya es bastante para el momento de desidia torera que estamos viviendo. Al tercero lo recibi¨® con una larga cambiada muy ce?ida contra las tablas, sigui¨® por ver¨®nicas a pies juntos y unas gaoneras que, aunque imperfectas, tuvieron emoci¨®n. Puso tres pares de banderillas, uno de dentro a fuera y dos al cuarteo, aguantando mucho en el tercero y recortando al toro en repetidas ocasiones. Con ello se gan¨® la voluntad popular, que le disculp¨® el baj¨®n que sufri¨® con la muleta. Volvi¨® a mostrar toda la voluntad del mundo en el ¨²ltimo y se llev¨® el aprecio de la plaza.
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