El quejigo del amo
Casi nueve metros de ¨¢rbol observan a su alrededor un bosque de regeneraci¨®n formado por encinas y repoblaciones de pino laricio (pinus nigra), junto con pino carrasco (pinus halepensis) en las zonas bajas. El quejigo del carb¨®n, situado en el t¨¦rmino municipal de Valdepe?as de Ja¨¦n, est¨¢ propuesto para ser declarado monumento natural y necesita r¨¢pidos cuidados porque se est¨¢ debilitando.Es uno de los quejigos m¨¢s grande de Andaluc¨ªa, con unas imponentes ramas que cobijan con su sombra a quien est¨¢ debajo. Es un elemento singular y emblem¨¢tico de vegetaci¨®n aut¨®ctona meditarr¨¢nea. Su edad sigue siendo un misterio, ya que los investigadores la sit¨²an entre los 500 y los 1.000 a?os, una horquilla demasiado amplia para el com¨²n de los mortales. Su tronco, ya viejo, est¨¢ empobrecido y se teme por las consecuencias que podr¨ªan tener sobre ¨¦l acontecimientos naturales imprevisibles como los rayos en las tormentas. Este quejigo del carb¨®n no se conoce por este nombre en la sierra que lo rodea. Lo llaman el quejigo del amo, porque el due?o de la finca en la que est¨¢ lo quiso hacer suyo hace a?os. De tanto decir que ese enorme y viejo ejemplar era de su propiedad, se qued¨® con el nombre de quejigo del amo. El regular estado de conservaci¨®n de este ¨¢rbol, rodeado de elevaciones monta?osas de hasta 1.800 metros, hace que se considere prioritaria la eliminaci¨®n y disminuci¨®n de riesgos por enfermedades y por la acci¨®n de los insectos, para lo que se tendr¨ªan que aplicar t¨¦cnicas de cirug¨ªa vegetal. Esto supondr¨ªa una inversi¨®n de 200.000 pesetas.
La Delegaci¨®n de Medio Ambiente pretende que el monumento quede delimitado con un ¨¢rea de protecci¨®n de cien metros, para que se pueda se?alizar y se evite la caza a su alrededor. Realizar el conjunto de medidas de protecci¨®n y se?alizaci¨®n supondr¨ªa un desembolso de casi dos millones de pesetas, cantidad con la que se cubrir¨ªan las ra¨ªces que han salido al exterior para que queden protegidas, se har¨ªa un aparcamiento para visitantes y se pondr¨ªan siete se?ales que dirigiesen a los visitantes hacia su morada.
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