El alto coste de las licencias provoca dos deserciones

Cada uno de los seis contendientes consigui¨® la ansiada licencia, pero no todas las empresas involucradas en el proyecto aguantaron el tir¨®n final. Mientras dur¨® el furor de la puja, las dificultades para afrontar los 1,39 billones de pesetas que cada operador tendr¨¢ que pagar quedaron en un segundo plano. Pero cuando todo concluy¨®, llegaron las primeras rendiciones. La empresa de Hong-Kong Hutchison Whampoa, que formaba junto a la holandesa KPN el consorcio E-Plus, tir¨® ayer la toalla y dej¨® a su socio toda la carga econ¨®mica. El coste de la licencia alemana es "m¨¢s elevado de lo previsto en un principio", seg¨²n la propia empresa. Lo que no convenci¨® a Hutchison fue la relaci¨®n calidad-precio. En un comunicado, Hutchison asegur¨® que esperaba una licencia de mayor potencia y ha tenido que conformarse con una de inferior calidad.KPN se vio obligada a confirmar r¨¢pidamente que podr¨¢ afrontar el pago de la licencia gracias a la aportaci¨®n econ¨®mica de Bell South, otro de los socios de E-Plus.

Hutchison Whampoa no fue la ¨²nica en abandonar. Antes de que se concedieran las licencias, la el¨¦ctrica alemana Eon vendi¨® su 45% del consorcio Viag Interkom a la operadora brit¨¢nica British Telecom, la otra integrante mayoritaria de este grupo, tambi¨¦n con un 45%.

Ante las magnitudes que se estaban alcanzando en la subasta, Eon pens¨® que era mejor una retirada a tiempo que una deuda dif¨ªcil de afrontar.