Bad f-Line publica un tercer disco en el que mezcla rock y m¨²sica electr¨®nica

La situaci¨®n de la m¨²sica electr¨®nica, en cuanto a difusi¨®n y pr¨¢ctica, ha cambiado significativamente en los ¨²ltimos tiempos. Uno de esos grandes avances ha sido la ruptura de buena parte de las muchas barreras que hab¨ªa entre ella y el rock, dos g¨¦neros tradicionalmente enfrentados. Y tan evidente como la nueva coyuntura es la responsabilidad de dicha transformaci¨®n, que recae sobre todo en dos conjuntos: 2 Kate y Bad f-Line.Ambos fueron los primeros en ajustar su propuesta al gusto tanto de los aficionados al rock como de los adictos a la m¨²sica electr¨®nica de baile, y tres a?os despu¨¦s de su irrupci¨®n en escena contin¨²an su carrera. En el caso concreto de los guipuzcoanos Bad f-Line, lo hace con la edici¨®n de un tercer disco de techno punk alejado de lo comercial.

El ¨¢lbum en cuesti¨®n ha sido editado por la discogr¨¢fica madrile?a Desobediencia Records y gira alrededor de ritmos reiterativos y maquinales en torno a los cuales se agrupan tanto guitarras el¨¦ctricas como sintetizadores y un sinf¨ªn de arreglos de car¨¢cter industrial. Una colecci¨®n de ritmos trepidantes coronados por samplers extra¨ªdos de largometrajes y unos textos propios poblados de humanoides futuristas, sue?os sadomasoquistas y un extenso rosario de referencias entre vanguardistas, violentas y cibern¨¦ticas.

Una adaptaci¨®n del Cuarenta d¨ªas de El Desv¨¢n del Macho completa un ¨¢lbum que presenta reminiscencias de los granadinos Lagartija Nick, e incluso de Doctor Deseo en las dos canciones a las que presta su voz Francis. Pero el cantante del conjunto bilba¨ªno no es el ¨²nico colaborador del ¨¢lbum, ya que en ¨¦l dejan tambi¨¦n su impronta miembros de Ale Hop, Brutal Melody y Soziedad Alkoholika, cuyo guitarrista, Jimmy J, es el productor del disco.