A un paso de Sydney Rafael Soto espera lograr una medalla en doma cl¨¢sica

Tres campeonatos de Espa?a y dos grandes premios Kur.

Cuando era ni?o, este jerezano, de 42 a?os, lo ten¨ªa muy claro. Lo suyo eran los caballos. Rafael Soto se confiesa un apasionado de su profesi¨®n, un privilegiado por hacer lo que le gusta y haber encontrado en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre el lugar id¨®neo para realizar su verdadera pasi¨®n. Su padre, mayoral retirado de la Yeguada, y ?lvaro Domecq han sido sus grandes profesores: "De ellos he aprendido todo lo que s¨¦ sobre este mundo; me gustaba mucho la doma cl¨¢sica, la dificultad que ten¨ªa el caballo espa?ol para esta especialidad y llegar alg¨²n d¨ªa a representar a mi pa¨ªs en unos Juegos Ol¨ªmpicos, as¨ª que tom¨¦ buena nota de los consejos que me daban para conseguir mi objetivo".

Para Soto no ha sido f¨¢cil llegar a participar por segunda vez en unos Juegos. Tampoco fue f¨¢cil ganar tres campeonatos de Espa?a o convertirse en uno de los mejores jinetes de Europa. "?ste es un deporte", recuerda, "en el que no dependes de ti, compites con un caballo al que debes preparar correctamente y con el que tienes que estar muy compenetrado".

Se proclam¨® tres veces campe¨®n de Espa?a en 1994, 1998 y 1999. Este ¨²ltimo a?o gan¨® dos grandes premios Kur en Europa. Fue cuarto en el Campeonato de Europa por equipos y d¨¦cimo en categor¨ªa individual, y en Atlanta logr¨® un d¨¦cimo puesto por equipos.

Ejerce de jerezano y se muestra muy orgulloso de representar a su pa¨ªs en los Juegos. Para ¨¦l, esto es "el no va m¨¢s", un sue?o para la mayor¨ªa inalcanzable y que acaricia por segunda vez. Su especialidad no es f¨¢cil. La doma cl¨¢sica "es la base de todo; es la que haces que tengas el control sobre el caballo. Sin ese control no puedes saltar ni hacer nada. Es la base de todo lo que se hace sobre un caballo", dice.

Rafael Soto sabe que el nivel de Espa?a no es a¨²n el de pa¨ªses como Alemania o Francia. Sin embargo, asegura que "en los ¨²ltimos a?os Espa?a ha mejorado mucho", y en la cita ol¨ªmpica esta convencido de que "la selecci¨®n estar¨¢ peleando entre los favoritos". El d¨ªa 24 se marcha a Sydney con las maletas cargadas de ilusi¨®n y con las mismas ambiciones que se llev¨® a Atlanta. De esta ¨²ltima cita recuerda el ambiente: "Ver de cerca a los grandes mitos del atletismo, la convivencia entre todos los deportistas y poder hablar con muchos de ellos. Era impresionante".

El equipo espa?ol de doma cl¨¢sica lleva prepar¨¢ndose desde hace m¨¢s de un mes en Alemania, y aunque ¨¦l est¨¢ en Jerez -acaba de ser padre por segunda vez- habla peri¨®dicamente con su mozo, Antonio Camarena, que le mantiene informado de cualquier novedad sobre Invasor, el caballo con el que participar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos.

Reconoce, no sin resignaci¨®n, que se conoce perfectamente los bosques al lugar de concentraci¨®n del equipo: "Tenemos que dar muchos paseos diarios, mejorar su calidad de paso, uno de los aires que el caballo tiene m¨¢s complicado y estar pendiente de ¨¦l las 24 horas del d¨ªa".

Rafael Soto define a Invasor, que tiene 11 a?os, como "un ejemplar de experiencia en grandes acontecimientos. Est¨¢ en su mejor momento deportivo. Es muy fuerte, con una alzada muy considerable para ser espa?ol y sobre todo muy listo. Lo peor es que es un poco vago".

La primera cita es Sydney, pero siendo jerezano era obligado preguntarle por los Juegos Ecuestres del 2002. "Estoy convencido que ¨¦sta competici¨®n ser¨¢ el trampol¨ªn que catapulte a Jerez como la ciudad del caballo. La gente de otros pa¨ªses con la que hablo me pregunta por las instalaciones que tiene Jerez para los Juegos Ecuestres y est¨¢n encantados de competir aqu¨ª. Tengo muchas ganas de que llegue, porque estoy convencido de que nuestra ciudad saldr¨¢ muy reforzada tras ¨¦ste evento", dice orgulloso.

Estos d¨ªas, antes de partir de nuevo hacia Alemania, Soto los aprovecha para disfrutar de su familia. Pasear por las calles de la ciudad "donde mejor se vive del mundo", hablar con sus amigos y rodearse, como no, de caballos, los de la Real Escuela andaluza, donde se ha convertido en un alumno aventajado. Aunque ya sabe lo que son unos Juegos se muestra entusiasmado con pisar suelo australiano y vivir las experiencias que s¨®lo una cita de ¨¦sta envergadura es capaz de ofrecer. "Muchas veces pienso que tendr¨¦ que explicarles a mis nietos que estuve en unos Juegos y no quiero que se me olvide ning¨²n detalle, ninguna fotograf¨ªa de mi experiencia representando a mi ciudad y a mi pa¨ªs en una cita como ¨¦sta", concluye.