Triunfaron los toros

Puede que el toreo sea uno, pero son diversas las formas de entenderlo y de interpretarlo. De lo mejor a lo peor, pero, para estar entre lo mejor es condici¨®n la autenticidad. Jos¨¦ Tom¨¢s y El Juli, cada uno a su modo, son aut¨¦nticos como sus triunfos; el resto, que lo hubo, fue triunfalismo.Jos¨¦ Tom¨¢s anda rumiando una mejor dimensi¨®n de la ver¨®nica, m¨¢s amplia, m¨¢s larga, m¨¢s lenta. S¨®lo dio una, pues todav¨ªa no llega a conjugar el comp¨¢s que es espacio y tiempo m¨¢s ritmo. Con la muleta es una sorpresa constante: corr¨ªa el toro por toda la plaza, sin fijeza, cuando lo hizo crujir por bajo camino del platillo. El animal sigui¨® en plan andar¨ªn, pero Jos¨¦ Tom¨¢s se par¨® con la derecha y par¨® el toro y el mundo; no obstante, la res segu¨ªa andando al hacerle frente por el pit¨®n izquierdo, y Jos¨¦ Tom¨¢s lo fue parando hasta dejarlo como un perrillo. En un momento, le marc¨® perfectamente el camino en un molinete espl¨¦ndido, abri¨® una serie con el pase de las flores y compuso cinco redondos importantes. Sigui¨® arqueando el cuerpo y el viaje del toro en contra de ¨¦ste, y acab¨® enjaretando unas manoletinas que torearon al autob¨²s de l¨ªnea para matar de una gran estocada.

El Juli se repos¨® con el capote a la ver¨®nica y galleando; en el quite, logr¨® unas lopecinas espectaculares adaptando el vuelo del capote a la embestida del toro. Banderille¨® de dentro afuera con facilidad y baj¨® en el manejo de la muleta. En el sexto arm¨® el tinglado. Hubo valor para dar y repartir en la labor con la capa, de la que destac¨® un quite por gaoneras. Aguant¨® mucho en el segundo par y aderez¨® la suerte con recortes y juegos que levantaron al p¨²blico. Estuvo mejor con la derecha, m¨¢s largo esta vez, y no hay duda de que anda mejor que para. Lo hizo todo con gran inteligencia y mejor conocimiento, lo que le vali¨® para aguantarle el tir¨®n al torero de Galapagar. Aut¨¦ntico.

Manuel Caballero consigui¨® en su primero tres series de naturales muy apreciables, qued¨¢ndose en el sitio y ligando, lo que puede ser noticia, pero que tambi¨¦n fue realidad ayer en Almer¨ªa. Entr¨® a matar un pasito desde fuera, el toro lo pis¨® y le hizo pasar un mal rato. En el cuarto se dobl¨® bien por bajo; luego, estuvo irregular, combinando momentos brillantes con otros apagados, ante un toro noble, algo escaso de fuerzas, que merec¨ªa m¨¢s de tres buenos pases por cada lado.

La salida a hombros del ganadero sobr¨®.