De fiesta en fiesta en el tren de la bruja

Hace una semana estaba en Lepe (Huelva), el jueves pasado lleg¨® a Fuentes de Andaluc¨ªa (Sevilla) y el lunes se march¨® a Almer¨ªa. Cualquier localidad andaluza en fiestas es un buen destino para Jos¨¦ Manuel Ortiz, un utrerano de 26 a?os, que, desde los 13, trabaja de feria en feria. A pesar de que apenas ve a sus dos hijos una vez al mes, Jos¨¦ Manuel se siente un privilegiado porque tiene un sueldo fijo en la empresa Eciferia, propietaria de dos trenes de la bruja, dos t¨®mbolas y un canguro. "Por ahora me va bien. Tengo para dar de comer a mi familia y, con la empresa, si pasa algo, estoy asegurado", explica.Jos¨¦ Manuel apenas ha abandonado este verano los ra¨ªles del tren de los ni?os. La atracci¨®n se pone en marcha a media tarde y no cierra hasta pasadas las cinco de la ma?ana. Antes de abrir, ¨¦l se planta el disfraz de brujo, agarra la escoba y se dispone a animar el tren, mientras otro compa?ero controla la parte t¨¦cnica.

A pesar de que asegura que la suya es una atracci¨®n "muy tranquila", reconoce que, a menudo, el tren se carga de p¨²blico con demasiadas ganas de divertirse. "Te dicen de todo e intentan quitarte la escoba. Regalamos algunas, pero no tenemos para todos, as¨ª que se cabrean y te lo hacen pasar mal", comenta.

En los 13 a?os que lleva recorriendo ferias, Jose Manuel ha comprobado c¨®mo han cambiado los horarios. "Las fiestas se animan cada vez m¨¢s tarde; en verano no hay casi nadie hasta la medianoche". Los h¨¢bitos tambi¨¦n han dado un giro. "Antes, la gente se reun¨ªa m¨¢s en los cacharritos, pero ahora todo el mundo quiere bailoteo y whisky", afirma.

Si el p¨²blico ha cambiado, tambi¨¦n lo ha hecho la profesi¨®n. Incluso con la seguridad que proporciona trabajar en una empresa, el sueldo no siempre basta para compensar el nomadismo obligado de los feriantes. "Mucha gente ha dejado de dedicarse a esto porque la temporada es demasiado dura". Por eso, desde hace algunos a?os, son muchas las atracciones que se nutren de mano de obra inmigrante. De momento, Jos¨¦ Manuel no piensa en abandonar. Si hace falta un ingreso extra, aprovecha las semanas que no hay fiestas para trabajar en una herrer¨ªa de su pueblo y ayudar en la recogida de naranjas.