Ser o no ser Presidente

Tres toros devolvi¨® ayer el Presidente de Vista Alegre. Los mismos, echando por lo bajo, que debi¨® devolver en los tres d¨ªas anteriores. Ayer estuvo en su sitio. Los otros d¨ªas su prestigio estuvo a la altura de la arena negra del ruedo. La cr¨ªtica le ten¨ªa la v¨ªspera en la punta del arp¨®n de Acab. Quiz¨¢ lo intuy¨® el Presidente, y esa noche visperal decidi¨® saltarse todos los controles y presiones que le vienen de "arriba" (Junta Administrativa). No lo sabemos con certeza. Pudo ocurrir. Metaf¨®ricamente cabe imaginarlo vi¨¦ndose a s¨ª mismo como un pajarillo llorando ante un ¨¢rbol seco. Por l¨¢stima preferir¨ªamos que hubiera tenido un sue?o en el que devolv¨ªa los seis toros de la corrida y sal¨ªa por la puerta grande a hombros de los aficionados.