UNA 'TORMENTA' ROJA DE 120.OOO KILOS DE TOMATES Bego?a Navarro
Cerca de 120.000 kilos de tomate inundaron ayer las calles de Bu?ol en la popular fiesta de la Tomatina. La batalla ti?¨® de rojo los setecientos metros que recorrieron seis camiones cargados con estos jugosos proyectiles para que la gente se tirara entre s¨ª. 30.000 personas acudieron a la cita de la localidad valenciana, que se celebr¨® una semana antes de lo habitual sin que por ello faltaran los miles de tomatineros que acudieron desde los rincones m¨¢s distantes del planeta. Desde Jap¨®n, Canad¨¢ o Colombia hasta los pa¨ªses de Europa, pasando por las distintas provincias espa?olas, se han fletado viajes exclusivos a la Tomatina, como el organizado por una empresa americana, que incluy¨® a colombianos, ingleses, venezolanos, franceses y estadounidenses. El castellano es, por unas horas, uno m¨¢s de los idiomas hablados en Bu?ol.El ritual de la Tomatina comienza sobre las nueve de la ma?ana con la llegada en masa de todos los participantes. A las once se celebra la popular cuca?a del palo-jab¨®n, donde los m¨¢s ¨¢giles tratan de coger un jam¨®n en lo alto de un poste de madera enjabonado. Y, por fin, a las doce en punto, una carcasa marca el inicio de la batalla del tomate que dura una hora. Este a?o, a intervalos de seis minutos, desfilaron seis camiones cargados del codiciado fruto. Alguno hubo que sigui¨® tirando tomates despu¨¦s de la una pero, tras las insistentes llamadas al orden, los vecinos detuvieron estas acciones ya que la tradici¨®n manda que una vez echada la ¨²ltima carcasa, la paz est¨¢ firmada. Despu¨¦s, todo el que quiso pas¨® por las duchas habilitadas por el Ayuntamiento para limpiarse y volver a sus lugares de partida. Mientras tanto, en tan solo tres horas, los vecinos de Bu?ol, la comisi¨®n de fiestas y el personal del Ayuntamiento se encargaron de dejar las calles impecables. Un a?o m¨¢s, la fiesta transcurri¨® con normalidad y s¨®lo se produjeron algunas contusiones, enrojecimientos y heridas sin gran importancia.
Esta gran fiesta del tomate tiene su origen en los a?os cuarenta. Lo explica Paco Garc¨¦s, uno de sus iniciadores: "Comenz¨® con una gamberrada. Un grupo de amigos comenzamos a tomatazos con unos globos aerost¨¢ticos que formaban parte de una exhibici¨®n de las fiestas. Ca¨ªan al otro lado y los de all¨ª nos los devolv¨ªan". El lanzamiento comenz¨® a repetirse -aunque durante el franquismo se lleg¨® a prohibir un a?o- celebr¨¢ndose incluso el Entierro del Tomate en 1956. Pero la fiesta estaba ya tan arraigada que al a?o siguiente el alcalde no tuvo m¨¢s remedio que claudicar y permitirla.
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