La violencia callejera supera en Euskadi, tras este verano, los ataques de 1999
Los proetarras eligen a sus v¨ªctimas una a una para agredirlas o amenazarlas, seg¨²n la Ertzaintza
Durante uno de los veranos m¨¢s violentos que se recuerdan en Euskadi, el vandalismo callejero est¨¢ superando los sabotajes y agresiones padecidas por las tres provincias vascas y Navarra durante todo 1999. Algo m¨¢s de 400 ataques, registrados desde el 1 de enero, dejan atr¨¢s los 390 actos de violencia callejera contabilizados el a?o anterior. S¨®lo en los cuatro d¨ªas de agosto que siguieron a la muerte de cuatro presuntos activistas de ETA, el d¨ªa 7 en Bolueta (Vizcaya), los j¨®venes ejecutores de la kale borroka atentaron en 44 ocasiones, seg¨²n fuentes de la Ertzaintza y de la agencia Vasco Press.
Los ataques al transporte p¨²blico -cerca de una veintena de autobuses han sido quemados en Guip¨²zcoa durante la Semana Grande de San Sebasti¨¢n y tres instalaciones ferroviarias asaltadas- han generado p¨¦rdidas en este sector superiores a los 330 millones de pesetas. En el transcurso de este verano caliente, Vizcaya ha sido el objetivo preferido de los j¨®venes violentos, con m¨¢s de 24 ataques; seguido de Guip¨²zcoa, con trece; ?lava (cinco) y Navarra (dos). Por sectores, el del transporte ha sido el m¨¢s castigado, seguido del financiero -cajeros autom¨¢ticos y sucursales bancarias, principalmente. Ayer, los vecinos de un inmueble de la localidad alavesa de Murgia fueron desalojados en la madrugada por la Ertzaintza a consecuencia del incendio ocasionado por un ataque con artefactos incendiarios contra la sucursal de la Caja Vital, situada en los bajos del edificio. El atentado se produjo a las 4.30, cuando unos desconocidos arrojaron varios c¨®cteles m¨®lotov en el interior de la entidad bancaria, tras romper el escaparate. El incendio provoc¨® una intensa humereda que oblig¨® a la Ertzaintza y a los bomberos a desalojar a las personas que viven en el edificio de dos plantas, hasta que le fuego qued¨® sofocado una hora m¨¢s tarde. Las oficinas de la Caja de Ahorros de Vitoria y ?lava se han convertido en un objetivo frecuente de los violentos desde que los partidos no nacionalistas se hicieron con su control desplazando al PNV. El pasado mes la propia ETA hizo explotar un artefacto compuesto por kilo y medio de dinamita en una sucursal de Vitoria. Mientras arrecian los atentados contra edificios, veh¨ªculos e instalaciones, las agresiones a las personas mantienen el triste ritmo del pasado a?o, cuando la direcci¨®n de ETA decidi¨® personalizar los ataques. El minucioso recuento de la agencia Vasco Press revela que a los largo de 1999 este tipo de terrorismo de baja intensidad se increment¨® en un 82%. Fuentes de la Ertzaintza apuntan la causa: "La c¨²pula etarra constat¨® que los ciudadanos se estaban acostumbrando a vivir con el riesgo de padecer atentados contra viviendas y transportes. Esta especie de inmunidad, necesaria para sobrevivir entre tanta violencia, llev¨® a ETA a un replanteamiento de la estrategia. Desde entonces eligen a las personas, una a una, para insultarles, agredirles o amenazarles".
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