Adi¨®s a un torero
Cansados de esperarle
Sierro / Cepeda, P¨¦rez, Elvira
Toros: 5 de El Sierro, bien presentados, pero de poco juego; el 5? de Peralta, dif¨ªcil. Fernando Cepeda, silencio tras aviso y silencio. C¨¦sar P¨¦rez, vuelta al ruedo y ovaci¨®n. Alberto Elvira, silencio y palmas. Plaza Monumental. Barcelona, 27 de agosto. Menos de media entrada.
C¨¦sar P¨¦rez, diestro local al que, finalmente, no le ha sonre¨ªdo la fortuna, se despidi¨® ayer como matador de toros en su plaza Monumental, en donde tom¨® la alternativa de manos de Enrique Ponce y donde hab¨ªa obtenido algunos ¨¦xitos notables. La despedida, aunque ahora pase al escalaf¨®n de subalternos, ha sido como un resumen de su trayectoria: valor, entrega y profesionalidad. Ha toreado en la Monumental, entre novilladas y corridas de toros, en 26 ocasiones y en ellas se ha sabido ganar el aprecio y el respeto de los aficionados.El segundo de la tarde, algo andar¨ªn, se fue quedando corto -t¨®nica general en el encierro- a medida que avanzaba el trasteo. C¨¦sar P¨¦rez hizo un meritorio muleteo con ¨¦l, todo con la diestra, con entrega y mucho aguante y, aunque lo despachara de una estocada baja -t¨®nica tambi¨¦n de toda la corrida- fue obligado a dar la vuelta al ruedo. Para que se acuerde toda la vida de su despedida como matador, en quinto lugar le correspondi¨® un astifino y enorme toro de Peralta, que dio en la b¨¢scula 641 kilos de peso. El animal recibi¨® una vara con fijeza, pero lleg¨® a la muleta con peligro, reserv¨®n y esperando. C¨¦sar hab¨ªa aguantado con valor las violentas arrancadas ante el capote, y con la muleta lo intent¨® con gran decisi¨®n y seguridad. Despu¨¦s de pinchazo y estocada corta, fue muy ovacionado.
Fernando Cepeda es un torero de una gran clase, pero si est¨¢ donde est¨¢ es ¨²nicamente por su culpa. Ayer, sus dos toros tambi¨¦n se quedaron muy cortos en la muleta y Cepeda s¨®lo apunt¨®, con capote y muleta, detalles sueltos de indudable torer¨ªa, como el toreo por bajo del inicio de su primera faena o alg¨²n redondo muy despacioso con el poco codicioso cuarto, con el que no insisti¨® mucho. Es una l¨¢stima, pero a este buen torero la gente se est¨¢ cansando de esperarle.Alberto Elvira se present¨® la temporada pasada en la Monumental sin decir nada. Ahora lo han repetido, sin saberse el porqu¨¦, m¨¢xime cuando tantos diestros interesantes no han actuado este a?o en esta plaza. Estuvo muy fr¨ªo toda la tarde y con poco mando. S¨®lo apunt¨® alg¨²n detalle de suavidad muletera, especialmente en el que cerr¨® plaza. El sexto, sin malicia, aunque muy flojo, merec¨ªa algo m¨¢s que esos apuntes, en los que, desde luego, le falt¨® apretar m¨¢s el acelerador.
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