?Mejor callar?
Las pol¨¦micas en letras de molde sobre cuestiones de seguridad son inconvenientes. Pero la carta del se?or Mikel Buesa en torno al hallazgo en manos de un comando de ETA de un carrete de fotograf¨ªas tomadas a su hermano en el Parlamento vasco me obliga a ofrecer informaciones que considero relevantes. Es obvio que el carrete objeto de su escrito fue tomado por un colaborador de ETA, pero tambi¨¦n es obvio que la persona en cuesti¨®n pertenece al aparato que se conoce como legal, carece sin duda de antecedentes penales, dispone de una actividad civil ordinaria y puede, como entr¨® en el Parlamento en condici¨®n de invitado o periodista, seguir haci¨¦ndolo en cualquier otra instituci¨®n. Para lo que s¨ª est¨¢n preparados los equipos t¨¦cnicos y humanos que se ocupan de la seguridad del Parlamento es para controlar la identidad y actividades de todas las personas que se mueven por esta sede y sus alrededores. En la larga relaci¨®n de visitantes e informadores que se guarda en nuestros archivos figura, sin duda, el autor de las citadas fotos. L¨¢stima que adem¨¢s de todo esto se necesiten unas m¨ªnimas dosis de lealtad para poder cumplir su cometido con plena eficacia. El pasado 15 de agosto, a trav¨¦s de un despacho de agencia, ocho meses despu¨¦s de que el carrete fuese encontrado en manos de un comando de ETA, tuvimos la primera, extraoficial y ¨²nica noticia de la existencia de estas fotos.Si se hubiese obrado con sensatez, lealtad y coordinaci¨®n, quienes hallaron la pel¨ªcula deber¨ªan haberla revelado de inmediato y, visto su contenido, entregado al cuerpo responsable de la seguridad del Parlamento. Con ese material, y recurriendo a las grabaciones ininterrumpidas que realizan las c¨¢maras instaladas en su interior, si el material era reciente, se habr¨ªa esclarecido la identidad del autor. Qui¨¦n sabe si a trav¨¦s de esta pista se hubiesen podido abrir l¨ªneas de investigaci¨®n que permitiesen desmantelar alguna estructura criminal y frustrar algunos atentados que nos han sacudido este verano. Una evidencia de este peso hubiese llevado, adem¨¢s, a redoblar las precauciones en torno al propio Fernando Buesa. Lamentablemente nada de esto se hizo y los plazos que exige la ley de videovigilancia para destruir las grabaciones no utilizadas para investigaciones concretas, un mes, dificultan extraordinariamente averiguar c¨®mo y qui¨¦n tom¨® estas fotograf¨ªas.
Dejo a juicio del lector la correspondiente valoraci¨®n, pero ofrezco algunos datos que a?aden significado a este episodio. Es inevitable relacionarlos con las declaraciones efectuadas el pasado 9 de junio por el Delegado del Gobierno en esta comunidad, reconociendo y justificando que se oculta informaci¨®n a la Ertzaintza por una supuesta colaboraci¨®n entre el Gobierno vasco y ETA, palabras que justificaron una merecida querella criminal.
La secuencia se abre el 21 de diciembre, cuando varios diarios publicaban una informaci¨®n de la agencia Vasco Press sobre presuntas vigilancias efectuadas por activistas de ETA de la sede parlamentaria y movimientos de sus miembros. El dato proced¨ªa, al parecer, de documentaci¨®n incautada a Bel¨¦n Gonz¨¢lez Pe?alva, detenida en Francia el 26 de octubre de 1999. Tras comprobar que tales datos, dos meses despu¨¦s de encontrados, no obraban en poder del Departamento de Interior del Gobierno vasco, yo mismo promov¨ª un pronunciamiento de la Mesa para exigir al Ministerio de Interior toda la documentaci¨®n disponible. D¨ªas despu¨¦s se recibieron los mismos datos que hab¨ªan aparecido en la prensa. El d¨ªa 23 de diciembre la Guardia Civil desarticul¨® el zulo que utilizaba el comando Basurde en Amezaga, en las proximidades de Vitoria, tras la intercepci¨®n de dos furgonetas cargadas de explosivos en Zaragoza. El 3 de enero de 2000 la Polic¨ªa Nacional detuvo a varios colaboradores del comando Bizkaia. En ambos casos, d¨ªas despu¨¦s aparecieron en los medios informaciones sobre los presuntos objetivos. Ni los responsables de la seguridad de esta sede, ni los escoltas de Buesa, ni el Departamento de Interior recibieron entonces noticias como las que aparecer¨ªan en las siguientes semanas y meses en los medios de comunicaci¨®n.
En efecto. El pasado 22 de febrero ETA asesin¨® a Fernando Buesa y a su escolta Jorge D¨ªez. Dos d¨ªas despu¨¦s, el 24 de febrero el diario Abc desvelaba que la jefa del comando Basurde ten¨ªa "una fotograf¨ªa de Buesa y todos sus itinerarios". La noticia fue aprovechada adem¨¢s para criticar a la polic¨ªa vasca por no extremar, dadas las evidencias, las medidas de seguridad sobre el l¨ªder socialista. Se abri¨® entonces una pol¨¦mica sobre el trasvase de informaci¨®n entre cuerpos policiales que tuvo su punto culminante en una comparecencia del Ministro del Interior en el Congreso. El 31 de mayo, en sede parlamentaria, Jaime Mayor Oreja asegur¨®, despu¨¦s de acusar al parlamentario que le preguntaba de "colaborar con la estrategia de ETA", que el comando Basurde no dispon¨ªa de informaci¨®n elaborada sobre el pol¨ªtico alav¨¦s y que la encontrada en manos de la banda antes del atentado proced¨ªa de "fuentes p¨²blicas". Quiz¨¢ el ministro considera que las rutas por las que transita un ciudadano o un carrete de fotos tomado en el Parlamento vasco se han obtenido en fuentes abiertas. De lo contrario hab¨ªa que presumir que ocult¨® la existencia de estas fotograf¨ªas, que considera que la lista de rutas de un posible objetivo en poder de un comando ni es una informaci¨®n elaborada, ni merece ser comunicada de inmediato a los responsables de la escolta de esa persona o que afirma que las cr¨®nicas de Abc sobre el caso son completamente falsas.
Hoy, 28 de agosto, leo la carta de don Mikel Buesa y, tras aguantar durante unos a?os en silencio otros episodios como el comentado, preparo una contestaci¨®n. Al lector le parecer¨¢ incre¨ªble, pero tanto la Ertzaintza como yo, 13 d¨ªas despu¨¦s de recibir por la prensa la primera noticia sobre tan inc¨®modo documento, que "ha pasado por los medios sin apenas suscitar reacciones de relieve" como apunta el hermano de Fernando, seguimos sin tener una sola de esas fotograf¨ªas y nadie se ha preocupado oficialmente de confirmar o desmentir su existencia. Quedo a disposici¨®n de don Mikel Buesa para ampliarle personalmente, me resulta dif¨ªcil utilizar el verbo explicar, cuantos otros extremos considere oportunos en torno al asunto.
Juan Mar¨ªa Atutxa, ex consejero de Interior, es presidente del Parlamento vasco.
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