La antig¨¹edad como solicitante puntuar¨¢ para obtener un piso social

El nuevo baremo de adjudicaci¨®n de vivienda social, para familias con una necesidad urgente de casa que ganen menos de 2,5 veces el salario m¨ªnimo, valorar¨¢ por primera vez la antig¨¹edad de la demanda del peticionario. Eso no significa que el solicitante que lleve m¨¢s tiempo esperando resulte beneficiario, porque tambi¨¦n se miden otros factores econ¨®micos y sociales, pero s¨ª obtendr¨¢ puntuaci¨®n por ese motivo. Este baremo prima menos que el anterior a los chabolistas y concede un punto a las familias numerosas.

Chabolistas para el IRIS

Esta normativa de adjudicaci¨®n, que entrar¨¢ en vigor en las pr¨®ximas semanas, se aplica a los pisos del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima). Sus destinatarios son las familias, personas o parejas de hecho que ganan menos de 2,5 veces el salario m¨ªnimo interprofesional ponderado (alrededor de 2,5 millones al a?o, corregidos seg¨²n la localidad y el n¨²mero de hijos), carecen de propiedades y llevan al menos dos a?os de residencia en Madrid.La mitad de estos pisos se conceden mediante un sorteo entre los peticionarios, seg¨²n sus tramos de renta y el tama?o de la unidad familiar: hasta 1,5 veces el salario m¨ªnimo, de 1,5 a 2 veces y de 2 a 2,5. El resto se reservan a los solicitantes con mayor necesidad de vivienda, y para medir su grado de urgencia se aplican sistemas de puntuaci¨®n como el aprobado ayer por el Consejo de Gobierno. Los peticionarios en situaci¨®n de emergencia pueden presentarse tambi¨¦n al sorteo, pero no a la inversa.

Este nuevo baremo fija una nueva condici¨®n para todos los solicitantes de pisos sociales (tanto los que acceden al sorteo como los de urgente necesidad): no poseer una vivienda en ning¨²n punto del Estado, salvo que se trate de una construcci¨®n con un valor catastral inferior a los 5 millones de pesetas. Hasta ahora s¨®lo se le exig¨ªa que no tuviera una vivienda en Madrid.

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, asegur¨® ayer, que, con el nuevo baremo "las mujeres v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica tendr¨¢n posibilidad de contar con un plus de puntuaci¨®n por esa situaci¨®n de maltrato". Sin embargo, este baremo no aporta nada nuevo respecto al vigente hasta ahora, de febrero de 1998, para mujeres maltratadas.

En uno y en otro se conceden cinco puntos "por conflictos graves en situaciones de convivencia o dentro de la misma unidad familiar". En ese supuesto puede incluirse el caso de las mujeres maltratadas, pero tambi¨¦n otros.

El grupo parlamentario socialista ha reclamado en varias ocasiones que se reserve un cupo de pisos sociales para las v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica sin recursos. Pero Luis Peral, viceconsejero de Urbanismo, Obras P¨²blicas y Transportes, considera que no es necesario porque a trav¨¦s del baremo ya se conceden pisos a mujeres con ese problema. "Ser¨ªa negativo crear un cupo para maltratadas, porque invadir¨ªa la intimidad de esas mujeres, ya que tendr¨ªamos que publicar, como se hace en todas las adjudicaciones, una lista con sus nombres bajo el ep¨ªgrafe de v¨ªctimas del maltrato", explica.

"Adem¨¢s de los cinco puntos que se obtienen por conflictos graves de convivencia como el maltrato, tenemos un convenio con la Direcci¨®n de la Mujer de la Comunidad por el que nos comprometemos a cederle 10 pisos al a?o para v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica que hayan participado en sus programas", a?ade Peral.

El nuevo baremo da menos puntos que el anterior a quienes moran en chabolas u otras viviendas sin condiciones de habitabilidad. Ahora se conceden de tres a nueve puntos por este motivo cuando antes se daban de seis a 12. "Hemos decidido puntuar menos el chabolismo porque ya existe una entidad, el Instituto de Realojamiento e Integraci¨®n Social (IRIS) con una reserva de casas p¨²blicas para familias que habitan chamizos. Adem¨¢s en esas situaciones hace falta un apoyo social que garantiza el IRIS", apostilla el viceconsejero.Otra novedad es conceder un punto a las familias numerosas, es decir, con tres o m¨¢s hijos, algo que prometi¨® el Gobierno de Ruiz-Gallard¨®n hace tres a?os.