Montxu Miranda pudo con la farola
El atleta vizca¨ªno bati¨® el r¨¦cord nacional de salto de p¨¦rtiga con 5,81 metros
La sacrificada carrera de Montxu Miranda tuvo su recompensa ayer en los campeonatos de Espa?a. El pertiguista bati¨® el r¨¦cord nacional con una marca de 5,81 cent¨ªmetros y se aproxima poco a poco al grupo de notables en una prueba que atraviesa una crisis en el concierto mundial. Miranda comienza a explorar un territorio que en el futuro le tendr¨¢ que resultar habitual. Alrededor de los 5,90 metros, cualquier cosa puede ocurrir en la p¨¦rtiga. Quiz¨¢ los Juegos de Sydney le lleguen demasiado pronto para intentar la aventura de Garc¨ªa Chico, tercero en Barcelona 92.Miranda conoce el lado oscuro del atletismo. Durante a?os tuvo que practicar la prueba de p¨¦rtiga en las peores condiciones posibles. Natural de Santurtzi (Vizcaya), lleg¨® al atletismo por azar. En un pueblo con tradici¨®n en el remo, Miranda se decidi¨® por la pista al cumplir los 15 a?os. Una tarde, se reuni¨® con los amigos, lanz¨® una moneda al aire -de un lado, el remo; del otro, el atletismo- y acept¨® el resultado del azar. El resto correspondi¨® a un fan¨¢tico de la p¨¦rtiga. Javier Navas comenzaba a entrenar a muchachos de la margen izquierda de la r¨ªa del Nervi¨®n en una disciplina que le resultaba fascinante. En Montxu descubri¨® unas condiciones ideales. Y m¨¢s en un entorno que no ofrec¨ªa ninguna facilidad para los entrenamientos.
Durante mucho tiempo, Miranda tuvo que practicar en un pabell¨®n industrial, improvisando el carrejo para el salto, en una precariedad tan absoluta que, a veces, las ratas merodeaban el lugar. El riesgo de lesiones resultaba tan evidente que deb¨ªa trasladarse a San Sebasti¨¢n en autob¨²s para mejorar su t¨¦cnica. Montxu viajaba por un lado y las p¨¦rtigas por otro. No cab¨ªan en el compartimento. Cada viaje era una aventura. Cerca de cuatro horas entre la ida y la vuelta a Santurtzi. Hace tres a?os, decidi¨® trasladarse con Javier Navas a Madrid. Parec¨ªa la ¨²nica forma de progresar. No fue sencillo por una serie de lesiones que, por ejemplo, le impidieron competir con normalidad en los Mundiales del pasado a?o. Se oper¨® con ¨¦xito de una lesi¨®n en el tal¨®n de Aquiles. Un a?o despu¨¦s, Montxu Miranda ha batido el r¨¦cord de Espa?a.
Necesit¨® dos intentos para superar los 5,61 metros. A¨²n no est¨¢ acostumbrado a la dureza y la longitud de su nueva p¨¦rtiga, un palo que mide 5,20 metros. Si quiere moverse por cerca de 5,90 metros tendr¨¢ que utilizarla, de lo contrario quedar¨¢ limitada a alturas inferiores. Empujar una p¨¦rtiga de estas caracter¨ªsticas requiere de una fortaleza tremenda. "Es como una farola", suele decir Miranda. Tras superar los 5,61 metros, Miranda agarr¨® su farolilla. Pas¨® la altura y pidi¨® el 5,81, tres cent¨ªmetros m¨¢s que el r¨¦cord de Espa?a y un cent¨ªmetro por encima de la barrera psicol¨®gica de los 5,80. En sus dos primeros intentos, derrib¨® el list¨®n pero dio la impresi¨®n de tener la marca a su alcance. Lo logr¨® en el tercer salto. Toc¨® la varilla que bot¨® sobre los soportes pero se mantuvo en su sitio. Montxu sali¨® corriendo por la pista, celebrando un r¨¦cord que eclips¨® la actuaci¨®n de Lamela. El saltador asturiano no se sinti¨® c¨®modo en toda la tarde. S¨®lo hizo un intento v¨¢lido: 7,86. Suficiente para ganar, pero insatisfactorio para el campe¨®n espa?ol, que llegaba de lograr 8,22 metros en Sal¨®nica.
En 1.500 metros se presentaron Est¨¦vez, Cacho, D¨ªaz y Redolat. Ninguno de ellos destap¨® las cartas. El mayor inter¨¦s radicaba en observar el estado de Cacho, cuyos problemas en el tend¨®n de Aquiles no remiten. Pero al menos pudo acabar su semifinales y clasificarse para la carrera decisiva. "S¨®lo pido que el tend¨®n me deje tranquilo durante un mes", comentaba poco antes de entrar en la pista. Cuando termin¨®, no pudo ocultar una visible cojera. "Pero no me rindo", dijo tras quedar tercero.
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