El PP expulsar¨¢ de sus filas a los concejales vascos que reh¨²sen llevar escolta permanente
La direcci¨®n del partido en Euskadi da un ultim¨¢tum a la veintena de ediles que a¨²n viv¨ªan sin protecci¨®n
El PP ha llamado al orden a la veintena de concejales vascos que se resist¨ªan a vivir con escolta. El asesinato del edil Manuel Indiano, el pasado mi¨¦rcoles en Zum¨¢rraga (Guip¨²zcoa), que renunci¨® en abril a la protecci¨®n ofrecida por el partido, ha convertido en obligatorias las medidas de seguridad que hasta ahora eran voluntarias. No aceptar a los guardaespaldas conllevar¨¢ la expulsi¨®n del partido; y la misma sanci¨®n tendr¨¢n quienes intenten rehuir o despistar a sus escoltas para salir sin protecci¨®n, seg¨²n la decisi¨®n adoptada por la direcci¨®n del PP vasco tras el aviso del ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, de incrementar al m¨¢ximo la disciplina para obstaculizar la escalada criminal de ETA.Apenas hab¨ªan transcurrido unas horas desde el acribillamiento de Indiano cuando Mar¨ªa San Gil, la presidenta del PP de Guip¨²zcoa, llam¨® por tel¨¦fono a los tres ediles de su provincia que se resist¨ªan a vivir con la sombra permanente de los escoltas. "Se acab¨®", les dijo. "Con Pedrosa e Indiano ya hemos tenido suficiente. No se trata de un ruego. Es una orden". Poco despu¨¦s, siete concejales de Vizcaya tambi¨¦n voluntariamente desprotegidos recibieron la misma instrucci¨®n; al igual que en ?lava, donde una docena de concejales argumentaba que en el pueblo los conoce todo el mundo, que se llevan bien con los de EH y que a ellos no les va a pasar nada. Lo mismo que dec¨ªan, les record¨® San Gil, Pedrosa e Indiano. En ?lava, adem¨¢s, un grupo de concejales de procedencia rural plante¨®: "?C¨®mo vamos a subir cada d¨ªa al tractor con un escolta a a cada lado?". Carlos Iturgaiz, presidente del PP de Euskadi, ha negociado estos casos con la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Ertzaintza, de forma que, hoy por hoy, no queda un concejal del PP en Euskadi que no cuente, al menos, con un guardaespaldas. Saben que es condici¨®n indispensable para seguir en el partido y que el PP est¨¢ dispuesto a incrementar si es necesario los 1.400 millones de pesetas anuales que invierte en la seguridad de sus 223 concejales vascos.
Iturgaiz no esconde su temor a que se repita lo ocurrido en atentados anteriores: "El d¨ªa del entierro todos asumen la necesidad de la escolta y al cabo de una semana cambian de opini¨®n", comenta. San Gil sabe que es duro vivir de esa forma, pero peor es no vivir. As¨ª responde a los concejales que protestan porque se resisten a perder la intimidad, la libertad de movimientos, el no poder pasear con los amigos, ir al cine o a una discoteca. "S¨¦ lo dif¨ªcil que resulta concertar una primera cita con dos desconocidos a tus espaldas, o no poder besar a tu novio... Pero mientras estos nazis campen por sus respetos y haya quien se lo consienta, no tenemos opci¨®n", dice.
Los m¨¢s j¨®venes, sin embargo, no se quejan. Han aprendido a convivir con el miedo desde que pisaron la universidad y asumen que la escolta forma parte del precio que tienen que pagar por presentarse a las elecciones bajo siglas no nacionalistas. Incluso lo agradecen.
Cuando Jos¨¦ ?ngel Encinas Rovalo, de 25 a?os, concejal del PP en Lasarte (Guip¨²zcoa) narra c¨®mo aguanta los insultos de los abertzales, o admite que pasa el fin de semana sin m¨®vil porque lo olvid¨® en el coche antes de despedir a la escolta, y asegura adem¨¢s que es "un privilegiado", causa tal desconcierto entre quienes no viven en el Pa¨ªs Vasco que sus compa?eros de partido aclaran: "S¨ª, tenemos mucha suerte".
Incendian sus coches, les tildan de asesinos, apedrean los negocios familiares, les advierten de lo pr¨®xima que est¨¢ su muerte, atacan sus domicilios, reciben paquetes bomba, les rodean individuos con pintura roja sobre la ropa... La lista de v¨ªctimas es larga: Santiago Ram¨ªrez en Trevi?o; Agust¨ªn Ramos y Juan Jos¨¦ Gasta?azatorre en Durango; Ana Crespo (Ermua); Celestino Urdiales (Santzurzi); Mar¨ªa ?ngeles Bastos (Renter¨ªa); Luc¨ªa Peralta (Zaratuz); Jos¨¦ Luis Ruiz (Villaba); Fernando Visa (Vitoria); Santiago Abascal (Amurrio); Pilar El¨ªas (Azkoitia); Marisa Arrue (Getxo); Jos¨¦ Mar¨ªa Go?i (Navarra); Germ¨¢n L¨®pez (Ondarroa); Regina Otaola y Carmen Larra?aga (Eibar), Adri¨¢n Castro (Bilbao), Israel N¨²?ez (Zalla), Victorio Fern¨¢ndez (Erandio)... Todos fueron atacados durante y despu¨¦s de la ruptura de la tregua de ETA, el 3 de diciembre de 1999.
Al ¨²ltimo de los concejales mencionados, Victorio Fern¨¢ndez, un juzgado de Barakaldo le ha condenado a indemnizar con 68.000 pesetas a uno de los j¨®venes que destroz¨®, por cuarta vez, la tienda de muebles de cocina que posee en Santurtzi. Armado con una pistola de fogueo, entr¨® en un bar, agarr¨® al joven por el cuello y le condujo entre golpes hasta la comisar¨ªa de la Ertzaintza. El juez le conden¨® por entender que "hubiera podido pedir ayuda a los agentes, en vez de utilizar la violencia". En la zona de Mondrag¨®n, un edil del PP sigue conmocionado desde que vio c¨®mo su hijo, miembro de Haika -la organizaci¨®n juvenil que simpatiza con ETA- , se cruz¨® de brazos ante el incendio que los violentos provocaron en su domicilio. ?Y contin¨²an consider¨¢ndose afortunados?
"Sin duda", responde Laura Garrido-Kn?rr, de 29 a?os, concejal en el Ayuntamiento de Barundia (?lava). "Somos de los pocos vascos no nacionalistas que podemos decir en voz alta lo que pensamos con alguien protegiendo nuestras vidas". Esta joven se casa dentro de pocos d¨ªas. Y ha tenido que tachar de la lista de invitados algunos nombres que han excusado su asistencia. "Se han borrado por miedo a que estalle una bomba en mitad del banquete, pero no me importa. Me he acostumbrado", comenta. Laura, Jos¨¦ ?ngel, Luis, Santiago Abascal, Ram¨®n G¨®mez, Borja Semper, los ediles con edades parecidas a las de Indiano (29 a?os) y trayectorias pol¨ªticas similares, aseguran haber vivido una democracia mediatizada por la presi¨®n de los abertzales en calles y facultades. Cuando asesinaron a Gregorio Ord¨®?ez se plantearon afiliarse al PP; la muerte de Miguel ?ngel Blanco les acab¨® de convencer. Desde entonces ETA ha asesinado a ocho concejales m¨¢s. Pero no se arredran. Eva Mar¨ªa Ill¨¢n (32 a?os), concejal en el Ayuntamiento de Ir¨²n, insiste en que no hay vuelta atr¨¢s: "Hemos optado por la democracia".
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