800 mujeres sin esperanzas
Las prostitutas de la Casa de Campo se han quedado sin las mejoras sanitarias que anunci¨® el Consistorio
Concha Garc¨ªa todav¨ªa guarda la secreta esperanza de que el Ayuntamiento de Madrid decida por fin volcar su atenci¨®n sobre las casi 800 mujeres que durante las 24 horas del d¨ªa ejercen la prostituci¨®n en la Casa de Campo. Ella es la presidenta de Hetaira, un colectivo que defiende los derechos de las meretrices y que es partidario de la legalizaci¨®n de su actividad.Pese a las esperanzas que guardan estas mujeres, la respuesta del Consistorio en el ¨²ltimo a?o y en lo que va de 2000 ha sido pr¨¢cticamente nula. S¨®lo silencio. "Promesas nada m¨¢s", dice Concha Garc¨ªa. "El a?o pasado se paraliz¨® todo y desde entonces s¨®lo ha habido declaraciones. Es que no han hecho nada", a?ade. Se refiere a las posibles mejoras de las condiciones sanitarias de las mujeres que trabajan en la Casa de Campo y que en su momento se plantaron en el Ayuntamiento. En diciembre de 1999 la tercera teniente de alcalde y responsable de Polic¨ªa Municipal, Mar¨ªa Tard¨®n, ex juez, aparc¨® las iniciativas de ayuda a las prostitutas: "Hemos preferido dejar las cosas como estaban. Eso s¨ª, intensificando las actuaciones de car¨¢cter social y vigilando los problemas de seguridad vial en la zona donde las mujeres ponen en aprieto a los automovilistas".
Las mejoras sociales de las que hablaba Tard¨®n se quedaron en palabras. Por el contrario, se intensificaron las acciones contra las mujeres. Tanto, que el pasado junio la concejal anunci¨® que llevar¨ªa ante el juez a las prostitutas por exhibicionismo y esc¨¢ndalo ante menores.
La oposici¨®n descalifica la gesti¨®n del PP en este asunto. "Cero patatero", afirma Matilde Fern¨¢ndez, la portavoz adjunta del PSOE-Progresistas. "Y es que en Madrid no solamente est¨¢n desatendidas las prostitutas, sino las mujeres en general", agrega. "Yo creo que en el fondo no hay desde el Ayuntamiento voluntad ni capacidad de abordar esta situaci¨®n", agrega In¨¦s Saban¨¦s, portavoz de Izquierda Unida.
La ¨²ltima idea de Mar¨ªa Tard¨®n ha sido la de cerrar el tr¨¢fico privado en la Casa de Campo. Seg¨²n el plan de Tard¨®n, por all¨ª s¨®lo podr¨ªan circular veh¨ªculos de siete a nueve de la ma?ana y de seis a ocho de la tarde; es decir, en las llamadas horas punta. La concejal no cree que esta medida termine con la prostituci¨®n, pero todo apunta a que la decisi¨®n est¨¢ basada en los informes que se?alan a las prostitutas como responsables en gran parte del deterioro ambiental que sufre el parque.
De hecho, seg¨²n un informe de la patrulla ecol¨®gica de la Polic¨ªa Municipal, las prostitutas y sus clientes ponen en peligro un robledal de la Casa de Campo. Y la portavoz del PSOE, Cristina Narbona, lleg¨® a denunciar que las fiestas de solteros que se celebran all¨ª deterioran la zona.
Juan Garc¨ªa, el portavoz de Ecologistas en Acci¨®n, discrepa.El deterioro de la Casa de Campo, dice, no se debe s¨®lo a la presencia de las prostitutas. All¨ª confluyen varios aspectos, como la presencia del Parque de Atracciones, el zoo o los recintos feriales. El portavoz de Ecologistas en Acci¨®n afirma, con datos del propio Ayuntamiento, que diariamente circulan por la Casa de Campo entre 50.000 y 55.000 coches. M¨¢s cifras, el Parque de Atracciones recibi¨® el a?o pasado m¨¢s de un mill¨®n de visitantes, aproximadamente el mismo n¨²mero de visitas que se produjeron en el zoo. "El autob¨²s que llega al parque va normalmente vac¨ªo. Es que por all¨ª circulan much¨ªsimos coches que, adem¨¢s, incumplen los l¨ªmites de velocidad", dice Garc¨ªa.
El posible cierre al tr¨¢fico es una medida necesaria en el parque que no debe vincularse con el problema de la prostituci¨®n, seg¨²n In¨¦s Saban¨¦s. "Lo que se necesita es un foro que hable poco y trabaje mucho, que vaya al fondo de la cuesti¨®n. Hay que hacer un plan de acci¨®n a largo plazo, pero sin dejar de lado las medidas de emergencia y que atender¨ªan los derechos b¨¢sicos de las prostitutas", se?ala la portavoz de IU.
Las prostitutas de la Casa de Campo, mientras tanto, siguen a la espera; cada vez m¨¢s pesimistas y desesperanzadas.
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