Incendios forestales

Todos los veranos, y tambi¨¦n cuando no es verano, aparecen en Espa?a las sombras de los incendios que asolan la vegetaci¨®n de nuestra Pen¨ªnsula. Algunos provocados por la insana avaricia de desaprensivos, o por lo insano de la propia persona, y otros fruto de la negligencia de lugare?os o visitantes.En cualquier caso, no parece existir soluci¨®n alguna para esta plaga, que nos deja sin los beneficios de ¨¢rboles y vegetaci¨®n que todos conocemos: pulm¨®n del mundo, abrigo de animales y hombres, fijan y regeneran el suelo, favorecen las precipitaciones, etc¨¦tera. Y ese fuego tambi¨¦n nos deja a veces sin los seres queridos que se ocupan de sofocar estos desaguisados contra la naturaleza y contra nosotros mismos.

Si perdemos los ¨¢rboles, como dice la campa?a, lo perdemos todo. Y no es una figura ret¨®rica, ni exageraci¨®n negativo-futurista de algunos ecologistas. Es algo real que ya estamos notando. Pero parece que solamente nos lamentamos y hacemos alguna campa?a publicitaria que otra, cuando ser¨ªa muy sencillo adoptar un presupuesto estructural de protecci¨®n integral creando, entre otras medidas, un n¨²mero suficiente de vigilantes y cuidadores forestales, los que hagan falta, para evitar esta sangr¨ªa. No costar¨ªa tanto, y menos a¨²n teniendo en cuenta los beneficios humanos y ecol¨®gicos.- Jes¨²s Gallardo. Madrid.