El anuncio interminable
La presidencia de la Junta
El curso pol¨ªtico en Andaluc¨ªa se inicia esta semana con un esperado anuncio que ha de realizar hoy el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, con motivo de la reuni¨®n de la ejecutiva regional del PSOE. No habr¨¢ sorpresas, as¨ª que Chaves asumir¨¢ de nuevo ante los suyos la responsabilidad de optar otra vez a la secretar¨ªa general de su partido en el pr¨®ximo congreso regional a celebrar en los primeros d¨ªas del pr¨®ximo mes de diciembre.A Chaves, por tanto, no le resulta incompatible esta funci¨®n con la de presidente del PSOE. Si a eso se une que nadie en su organizaci¨®n quiere aventuras extra?as en una formaci¨®n que gobierna Andaluc¨ªa y que hasta ahora goza de la necesaria estabilidad, queda clara su continuidad al frente de esta organizaci¨®n.
Agenda cargada
Pero si todos quieren que siga en su puesto, es leg¨ªtimo, igualmente, que Chaves reclame ahora manos libres para aplicar en Andaluc¨ªa el "cambio tranquilo", la nueva realidad que se respira en el PSOE con la llegada de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a la calle Ferraz, sede central del PSOE.
La clave ahora ser¨¢ comprobar si los saltimbanquis de ¨²ltima hora y los oportunistas que existen en su partido, alist¨¢ndose r¨¢pidamente en las filas zapateristas sin ning¨²n tipo de remilgos, cuentan con los apoyos suficientes en sus respectivas provincias como para limitar ese amplio margen de maniobra que reclama el propio Chaves para configurar la futura direcci¨®n que ha de resultar de dicho congreso. Por eso, aqu¨ª estar¨¢ fijado el territorio del debate interno que se desarrollar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas.
Con todo, no acabar¨¢n aqu¨ª las disquisiciones familiares en el seno del PSOE andaluz. Si bien se despejar¨¢n las incertidumbres sobre la secretar¨ªa general, inmediatamente se abrir¨¢ otro debate en torno a la continuidad o no de Manuel Chaves como candidato a la presidencia de la Junta, asunto que puede, al final, distraer a los socialistas m¨¢s de la cuenta en la acci¨®n de gobierno que les corresponde.Chaves aparece, de esta forma, inevitablemente condenado a tener encima siempre alg¨²n interrogante, gener¨¢ndose unas expectativas que alimentar¨¢n, sin duda alguna, las aspiraciones de m¨¢s de uno.
A todo esto, el consejero de Relaciones Institucionales, Antonio Ortega, se juega tambi¨¦n algo m¨¢s que el control de su partido en la cita de octubre, como es el de su designaci¨®n como presidenciable por el PA. Se trata de un anhelado sue?o que dif¨ªcilmente pudo reprimir en las pasadas elecciones frente al candidato oficial, Pedro Pacheco. Por medio queda el alucinante espect¨¢culo que est¨¢n dando algunos, no se sabe a¨²n si a prop¨®sito. Si es verdad que esta vez los sufridos militantes andalucistas tendr¨¢n la palabra, ser¨¢n ¨¦stos los que tengan la responsabilidad hist¨®rica de poner al fin a cada uno en su sitio en ese alterado gallinero en el que se ha convertido el PA.
Atentos deberemos estar tambi¨¦n al encuentro del martes de Julio Anguita con los 17 coordinadores regionales de la coalici¨®n. Quiere consensuar un nombre para encontrar a su sustituto. Ser¨¢ muy esclarecedor conocer la postura que adopte en este caso la federaci¨®n andaluza, que supone la cuarta parte de los votos de la organizaci¨®n.
Como se observa, la agenda est¨¢ lo suficientemente cargada de previsiones como para afirmar que lo que suceda en este mes de septiembre puede marcar toda la legislatura. Tanto es as¨ª que en el Gobierno andaluz ya tienen perfilada una bater¨ªa de medidas, una estrategia definida para combatir las cr¨ªticas de inactividad que le ha reprochado continuamente la oposici¨®n.Pero al margen de las grandes actuaciones que se puedan acometer o anunciar, persisten temas pendientes, como pueden ser la celebraci¨®n de las asambleas de las cajas de ahorros para la adecuaci¨®n de sus estatutos a la nueva ley, la negociaci¨®n para fijar un nuevo sistema de financiaci¨®n, el reconocimiento del censo, nuevas transferencias o el nombramiento o no de un nuevo director general de la RTVA.
Todo esto y m¨¢s mientras que tendremos que soportar la presencia del submarino nuclear brit¨¢nico, el Tireless, en Gibraltar. ?Qu¨¦ dir¨ªan los populares si en La Moncloa estuviesen los socialistas?
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