Infracciones y obst¨¢culos
Cables y nadadores
Dentro de su papel de guardia de tr¨¢fico del estrecho de Gibraltar, el Centro Zonal de Salvamento de Tarifa cuenta con una desventaja con respecto a los habituales guardias urbanos de a pie: cuando alguna embarcaci¨®n comete una infracci¨®n, no pueden echar al mar un barco, perseguir al infractor, detenerlo y sacar el talonario de multas. El proceso es algo m¨¢s complicado. En caso de infracci¨®n, Tarifa informa a la Direcci¨®n General de Marina Mercante espa?ola; ¨¦sta comunica el asunto al Ministerio de Asuntos Exteriores que, a su vez, informa a la Marina Mercante del pa¨ªs culpable. Ah¨ª, unos pa¨ªses toman medidas y otros, probablemente, no. Un tr¨¢mite complicado que no siempre se sabe c¨®mo acaba.El a?o pasado, el centro tramit¨® 14 infracciones y el pa¨ªs m¨¢s infractor result¨® ser Turqu¨ªa, con cuatro embarcaciones de esa nacionalidad incumpliendo las normas.
La infracci¨®n m¨¢s com¨²n en el Estrecho es la navegaci¨®n a la contra. Es decir, capitanes que se hacen los remolones a la hora de cumplir con su obligaci¨®n de mantener el carril derecho. Y es raro que no hagan lo posible por cumplir porque, en estos casos, las multas debe abonarlas el propio capit¨¢n del barco. La segunda infracci¨®n m¨¢s frecuente es la de los vertidos incontrolados de hidrocarburos o productos similares. El problema es que, en estos casos, es m¨¢s f¨¢cil descubrir el delito que al culpable.
Los que navegan por el Estrecho, por otra parte, conocen bien los obst¨¢culos principales de la ruta. Sin embargo, los barcos de mantenimiento de los cables y tuber¨ªas que cruzan el canal, nadadores en busca de r¨¦cord e incluso las redes de la almadraba dispuestas para la pesca del at¨²n, suponen un peligro que un d¨ªa est¨¢ y al d¨ªa siguiente ha desaparecido.?frica y Europa est¨¢n unidos, adem¨¢s de por el agua, por un gasoducto, por l¨ªneas telef¨®nicas y por el, en su d¨ªa, conflictivo cable el¨¦ctrico submarino. Aunque estos equipamientos ya est¨¢n definitivamente instalados, el mantenimiento obliga al centro de control a establecer cada cierto tiempo dispositivos especiales para evitar que los barcos que trabajan en esas infraestructuras sean embestidos por quienes navegan por sus cercan¨ªas.
Adem¨¢s, y por si el n¨²mero de embarcaciones para all¨¢ y para ac¨¢ no fueran suficientes, tambi¨¦n hay personas con la moral suficiente para echarse al agua y nadar de lado a lado. Hasta en siete ocasiones hubo que montar alg¨²n dispositivo especial en 1999 para nadadores que intentaron llegar a la costa contraria m¨¢s r¨¢pidamente que sus predecesores; una de ellas estuvo formada nada menos que por una docena de nadadoras japonesas que hicieron la traves¨ªa a relevos. Por cierto, el r¨¦cord lo consigui¨® David Meca, que nad¨® entre Tarifa y Punta Cires (Marruecos) en dos horas y 29 minutos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.