"Yo notaba que mi ni?a se estaba muriendo"
"Lloraba y lloraba"
"Queremos s¨®lo la verdad; nada m¨¢s. La ni?a ya est¨¢ enterrada", dice Houria el Haroy, la madre del beb¨¦ de tres meses que muri¨® la noche del s¨¢bado 26 de agosto en urgencias del Hospital Comarcal de Melilla. Houria, de 34 a?os, es alta y robusta. Tiene un rostro de rasgos casi infantiles, la piel muy blanca y las manos grandes y regordetas. Viste chilaba de color turquesa y se retoca constantemente el pa?uelo marfil que le cubre el cabello, negr¨ªsimo, para que ¨¦ste no asome. Llega a la cita flanqueada por dos de sus hermanos. No quiere fotograf¨ªas. ?Qu¨¦ ocurri¨® la noche del 26 de agosto? Houria agacha la mirada y habla serenamente. Su hermano traduce sus palabras: "La ni?a se puso malita. Ten¨ªa mucha fiebre. Respiraba mal y lloraba sin parar. Llam¨¦ a mi hermano y le ped¨ª que me llevase al hospital". Houria y su hermano cruzaron la frontera con la ni?a a las 21.50. Diez minutos m¨¢s tarde estaban en la puerta de urgencias del Hospital Comarcal.
"Mi marido tiene su negocio en Espa?a , y por eso tiene cartilla de la Seguridad Social. Los ni?os no entran en la cartilla, pero s¨ª pueden ser atendidos en urgencias. Mi hija naci¨® el 2 de mayo de este a?o en ese mismo hospital. Me dijeron que estaba perfecta", explica. Al llegar a urgencias detallaron al personal de admisi¨®n los s¨ªntomas de la ni?a. "Me dieron un papel y me dijeron que esperase fuera hasta que me llegara el turno", indica.
"Me qued¨¦ fuera con la ni?a en brazos. No paraba de llorar y cada vez respiraba peor. Intent¨¦ darle agua para calmarla, pero no sirvi¨® de nada. Segu¨ªa llorando y llorando". As¨ª, relata, pas¨® una hora entera. "Como la ni?a estaba cada vez peor y no nos llamaban, intent¨¦ entrar en la sala de urgencias, pero el vigilante me vio y me ech¨® fuera. Pas¨® un rato largo, y la ni?a, cada vez peor. Entonces vi que el guarda de seguridad se hab¨ªa descuidado, pas¨¦ por detr¨¢s de ¨¦l y me col¨¦. Pero una enfermera me vio y, sin mirar a la ni?a, me cogi¨® del brazo y me ech¨® fuera", prosigue."La gente que estaba all¨ª empez¨® a protestar porque la ni?a estaba muy mala y lloraba todo el rato. Pasada la una de la ma?ana, yo notaba que mi ni?a se estaba muriendo. Empec¨¦ a llorar y le ped¨ª a un vigilante con barba que avisara a un m¨¦dico. La gente gritaba que me atendiesen ya. El vigilante entr¨® en la sala, sali¨® con una enfermera y ¨¦sta se llev¨® en brazos a la ni?a, que todav¨ªa estaba viva. A los 20 minutos salieron el m¨¦dico y una enfermera y me dijeron que mi hija hab¨ªa muerto y que ellos no ten¨ªan la culpa. Que pod¨ªa pasar a la sala. Empec¨¦ a llorar a gritos y todo el personal desapareci¨®. Mi ni?a estaba en una habitaci¨®n sola, sobre una camilla. Estaba muerta," concluye Houria.
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