El bosquimano de Banyoles ser¨¢ enterrado en la capital de Botsuana

El guerrero bosquimano disecado del museo Darder de Banyoles (Pla de l'Estany), origen de una pol¨¦mica que acab¨® forzando su pr¨®xima repatriaci¨®n a ?frica, recibir¨¢ sepultura en Gaborone, la capital del Estado de Botsuana, en "una ceremonia sin pompa ni prosopopeya que s¨®lo pretende devolver la dignidad perdida a un ser humano", seg¨²n explicaron ayer fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. El Gobierno del pa¨ªs africano ha constituido una comisi¨®n que est¨¢ ultimando los detalles del acto de desagravio.

En el entierro podr¨ªa tener cabida alg¨²n tipo de ceremonia religiosa abierta a las diversas religiones del territorio y a la que asistir¨ªa tambi¨¦n una delegaci¨®n de los jefes tribales, que est¨¢n representados en el Gobierno de la naci¨®n. Est¨¢ pr¨¢cticamente confirmada la presencia de un ministro, que se encargar¨ªa de recibir los restos del guerrero.Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol est¨¢ estudiando la f¨®rmula para el traslado, es probable que ¨¦ste se conf¨ªe, de origen a destino, a una empresa especializada en el transporte internacional de obras de arte. La primera parte de la ceremonia tendr¨¢ un car¨¢cter protocolario y consistir¨¢ en la entrega oficial del cuerpo del bosquimano por parte del Gobierno espa?ol. En este acto, el Estado espa?ol podr¨ªa estar representado por el embajador acreditado en el territorio o bien por una delegaci¨®n desplazada a Botsuana.

Existe la convicci¨®n de que el Gobierno democr¨¢tico de Botsuana, al que las mismas fuentes diplom¨¢ticas definen como "equilibrado, moderado y realista", no se ver¨¢ tentado a convertir la llegada del hier¨¢tico y acartonado bosquimano en un acto propagand¨ªstico anticolonial. "Cuanto menos bombo y platillo mejor. Nadie puede estar orgulloso ni de entregar ni de recibir a un ser humano difunto que nunca debi¨® salir de su territorio", asegura el diplom¨¢tico. "La presencia hist¨®rica de Espa?a en esta parte de ?frica es peque?a y tanto las autoridades como los habitantes del pa¨ªs tienen otras preocupaciones m¨¢s urgentes", mantiene el representante espa?ol.

Indiferencia

El anuncio del regreso del bosquimano ha sido recibido con indiferencia entre la poblaci¨®n. Las etnias m¨¢s pujantes en el territorio no lo consideran uno de los suyos. Los bosquimanos no son una tribu dominante. A lo largo de su historia han sufrido agresiones y desplazamientos. Muchas tribus eran n¨®madas y no pueden ubicarse en una zona concreta. Las fronteras de anta?o son tambi¨¦n muy imprecisas e incluso hay dudas de que Botsuana tenga ahora entre sus l¨ªmites el territorio en el que vivi¨® y muri¨® el guerrero disecado.

La repatriaci¨®n del bosquimano a su pa¨ªs de origen constituye un hecho ins¨®lito en el contexto muse¨ªstico internacional. El bosquimano saldr¨¢ del museo Darder de Banyoles como una pieza de museo -y por lo tanto como una mercanc¨ªa- y llegar¨¢ a ?frica para recibir el tratamiento propio de un cad¨¢ver.

El viaje del guerrero disecado es fruto de un convenio de colaboraci¨®n entre el Ayuntamiento de Banyoles y los ministerios de Cultura y de Asuntos Exteriores, que cedieron a las presiones de diversos estados africanos y de la Unesco, que consideraban intolerable la exhibici¨®n p¨²blica de un ser humano disecado. Los restos permanecen guardados en la trastienda del museo desde 1997 y no han podido verse desde entonces.