Construcciones e infraestructuras educativas
Con esta expresi¨®n tan convencional, se conoce la empresa que el Gobierno valenciano ha creado con objeto de promocionar la construcci¨®n de instalaciones educativas. Seg¨²n el gobierno, una f¨®rmula imaginativa para concluir las infraestructuras del mapa escolar valenciano. Seg¨²n los sindicatos, un sistema con intereses poco claros. Seg¨²n los partidos de la oposici¨®n, una maniobra que favorece la privatizaci¨®n. Tres opiniones distintas y un asunto verdadero: la ralentizaci¨®n en la construcci¨®n de nuevas infraestructuras y la falta de adecuaci¨®n a la LOGSE de las instalaciones escolares. Evidencia pura que, para comprenderla, no caben ca¨ªdas del caballo como la de Saulo.Y es que se sab¨ªa: sin dinero no hay Reforma. Sin presupuestos anuales adecuados, y sin una ley espec¨ªfica de financiamiento de car¨¢cter plurianual, la Reforma que fue planteada con finalidades muy ambiciosas tendr¨ªa que ser revisada. Se sab¨ªa que el mapa escolar dibujaba un hito hist¨®rico de necesidades; y si no se activaba el ritmo de construcciones, cada vez habr¨ªa m¨¢s camino que recorrer y menos tiempo para recorrerlo. As¨ª que, cuando empez¨® a constatarse que la situaci¨®n era decepcionante, se opt¨® por prolongar el calendario de aplicaci¨®n de la LOGSE; y, m¨¢s tarde, por abordar la realidad a trav¨¦s de la ficci¨®n. As¨ª fue como el Pa¨ªs Valenciano se convirti¨® en una irrealidad en tres dimensiones. Pues, cuando unos padres reclamaban un centro p¨²blico donde sus hijos pudieran cursar la ESO, los magos de Campanar creaban de inmediato un "instituto virtual". Sin edificio, sin aulas, sin mobiliario, sin laboratorio, sin gimnasio...
No es extra?o, pues, que por falta de financiaci¨®n nos encontremos ahora con m¨¢s de 400 obras de reforma y construcciones escolares que no han recorrido la distancia que hay entre met¨¢fora y realidad. Una constataci¨®n a la que no es ajeno el hecho de que el Pa¨ªs Valenciano haya contado con siete consejeros de educaci¨®n desde el inicio de la Reforma educativa en 1990. Tres socialistas (Escarr¨¦, L¨®pez y Romero), y cuatro populares (Villalonga, Mir¨®, Camps y Taranc¨®n). Demasiados cambios en tan s¨®lo 10 a?os. Una raz¨®n m¨¢s que explica por qu¨¦ la LOGSE se ha ido aplicando como si se quisiera salir del paso mediante actuaciones parciales que no estaban inscritas en un proyecto pol¨ªtico y social globales, ni incluso en un proyecto educativo global.
El caso es que el mapa escolar ha sido durante a?os una m¨²sica que, sin la letra de la financiaci¨®n, acab¨® siendo la "can?¨® de l'enfad¨®s". Y as¨ª llegamos al a?o 2000. Y el consejero Manuel Taranc¨®n decide la creaci¨®n de la sociedad Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat Valenciana. Una idea cuyas supuestas bondades, que las tiene, no cuestionar¨¦, aunque no falten tampoco elementos discutibles, debido fundamentalmente a los recelos que contiene. A falta de saber m¨¢s detalles y concreciones, estos juicios son provisionales. Habr¨¢ que esperar para hacer las valoraciones definitivas. Ignoro, por dem¨¢s, c¨®mo se le encendi¨® al consejero la bombilla de una idea como ¨¦sta, semejante a aquellas que ilustraban las vi?etas del profesor Franz de Copenhague. El tiempo, como siempre, demostrar¨¢ si Taranc¨®n es un aut¨¦ntico genio o un visionario superado tan s¨®lo por el personaje del TBO.
Con todo y ello, la idea del conseller gustar¨¢ m¨¢s o menos, pero al final ser¨¢ juzgado por las obras que haga, no por c¨®mo las haga. Y en principio, lo que importa es que se acabe de una con el problema de estar aplicando una Reforma extraordinaria con recursos ordinarios. As¨ª es que, a quien se le diga que esta f¨®rmula es la mejor no se le creer¨¢; pero a quien diga que no lo ¨¦s tampoco se le creer¨¢. En cuanto al consejero, ya deber¨¢ saber que los pol¨ªticos no pagan por sus errores -si as¨ª fuera no quedar¨ªan pol¨ªticos-, sino que pagan por su osad¨ªa. Hasta ahora, todos sus antecesores acertaron en el diagn¨®stico del problema. Tan s¨®lo Taranc¨®n se ha aplicado a dar una soluci¨®n. A nadie le gustar¨ªa que pagara por su osad¨ªa.
Jes¨²s Puig es inspector de Educaci¨®n.
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