Se rompe el marido de Jones, el campe¨®n de peso Hunter
He aqu¨ª un disgusto con lado bueno. Una lesi¨®n de cart¨ªlago impedir¨¢ que el lanzador de peso C. J. Hunter, campe¨®n del mundo y marido de la reina de la velocidad Marion Jones, compita en Sydney. Pero el infortunio alivia el traj¨ªn que, de todas formas, sufrir¨¢ esta pareja de colosos: ella se propone ganar cinco medallas de oro en los Juegos (100 y 200 metros, 4x100, 4x400 y longitud), algo que ning¨²n atleta ha conseguido jam¨¢s.Su rodilla izquierda, operada el domingo, evitar¨¢ que el enorme y t¨ªmido Hunter practique una de las tres cosas que le hacen feliz. Las otras dos son ver partidos de f¨²tbol americano por la televisi¨®n y, sobre todo, mimar a su ambiciosa y carism¨¢tica esposa. Las tres encajan bien con su car¨¢cter: "Lo que m¨¢s me gusta de mi profesi¨®n es que las c¨¢maras est¨¢n poco atentas a los lanzadores de peso. Lo ¨²ltimo que quiero es ser un foco de atenci¨®n", suele decir un campe¨®n del mundo que acostumbra a no aparecer en las conferencias de prensa y a depositar sus 130 kilos en el suelo de cualquier rinc¨®n.
Su idilio comenz¨® en la Universidad de Carolina del Norte, donde ¨¦l era entrenador y ella jugadora de baloncesto. ?l, divorciado con dos hijos, descubri¨® que el baloncesto le interesaba cada vez m¨¢s desde que les presentaron; ella, siete a?os m¨¢s joven, se sent¨ªa menos frustrada a su lado. Como las normas del centro prohib¨ªan las relaciones de entrenadores con alumnos, ¨¦l dej¨® el trabajo: "Fue una de las decisiones m¨¢s f¨¢ciles que he tomado", dijo despu¨¦s. Jones tom¨® otra m¨¢s dolorosa: distanciarse de su madre, quien no ve¨ªa con buenos ojos aquel flechazo.
Medio mundo vio hace un a?o el estacazo de rabia que Hunter propin¨® a una barandilla sevillana cuando Jones se rompi¨® durante la final de los 200 metros. La situaci¨®n es ahora inversa.
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