Un cortocircuito paraliza durante horas varios reactores nucleares en Rusia
El fantasma de una cat¨¢strofe nuclear volvi¨® a planear el pasado fin de semana sobre Rusia, castigada en agosto por el naufragio del submarino at¨®mico Kursk y el incendio de la torre de televisi¨®n de Mosc¨². En esta ocasi¨®n el susto lleg¨® de los Urales, la frontera monta?osa entre Europa y Asia. All¨ª, un corte de electricidad oblig¨® el s¨¢bado a detener el funcionamiento de varios reactores nucleares, dos de ellos en Mayak, la mayor planta de reprocesamiento de desechos radiactivos y de reconversi¨®n de combustible at¨®mico del mundo.
La aver¨ªa, atribuida en principio a un cortocircuito en una l¨ªnea de alto voltaje, se produjo en la regi¨®n de Sverdlovsk, pero sus consecuencias se extendieron tambi¨¦n a la vecina Cheli¨¢binsk. Entre otras instalaciones resultaron afectadas, con paralizaciones de diversa duraci¨®n, una central nuclear, otra termoel¨¦ctrica, varias plantas metal¨²rgicas y (lo m¨¢s preocupante) el Combinado Qu¨ªmico de Mayak. ?ste se encuentra a unos 70 kil¨®metros de la capital de Cheli¨¢binsk (que comparte nombre con la regi¨®n), en una zona prohibida que incluye la ciudad de Oziorsk que, con el nombre secreto de Cheli¨¢binsk-70 y rodeada de alambradas de espino, fue en tiempos sovi¨¦ticos una ciudad cerrada a cal y canto que ni siquiera figuraba en los mapas, pese a tener cerca de 100.000 habitantes.El director de la planta, Vitali Sadovnikov, asegur¨® ayer que no se ha producido ning¨²n escape radiactivo pero, a rengl¨®n seguido, suscit¨® escalofr¨ªos de inquietud al se?alar que fue la "disciplina casi militar" existente en Mayak lo que evit¨® una "grave desgracia". El personal, a?adi¨®, tuvo que recurrir a "medidas excepcionales" y, gracias a su "excelente conocimiento del equipo y de la tecnolog¨ªa", logr¨® impedir "fugas ocasionales".
La zona es la m¨¢s contaminada de la tierra, exceptuando si acaso a la que rodea la central nuclear de Chern¨®bil (Ucrania), uno de cuyos cuatro reactores estall¨® en abril de 1986. En Mayak se desarrollaron las primeras bombas at¨®micas sovi¨¦ticas. La planta se abri¨® en 1946 para fabricar plutonio de uso militar y procesar el combustible y los desechos resultantes.
En 1957 estall¨® en Mayak un dep¨®sito con residuos at¨®micos, lo que provoc¨® un enorme hongo que esparci¨® radiactividad en miles de kil¨®metros a la redonda. Diez a?os m¨¢s tarde, la sequ¨ªa evapor¨® y esparci¨® buena parte de las emanaciones del cercano lago de Karachai, un aparentemente id¨ªlico pero letal paraje convertido en cementerio at¨®mico. Una hora sin protecci¨®n a su orilla constituye todav¨ªa una sentencia de muerte.
Se calcula que ambos accidentes afectaron a la salud de medio mill¨®n de personas. Cerca de 20.000 tuvieron que ser evacuadas. M¨¦dicos del hospital oncol¨®gico de Cheli¨¢binsk, una ciudad de cerca de un mill¨®n de habitantes, afirman que, durante d¨¦cadas, la incidencia de c¨¢ncer en la regi¨®n fue muy superior a la media de Rusia, aunque en los ¨²ltimos a?os la situaci¨®n era casi normal.
En Mayak se reprocesa combustible at¨®mico procedente de toda Rusia. Adem¨¢s se construye all¨ª, con ayuda norteamericana, un gigantesco dep¨®sito destinado a almacenar plutonio y uranio enriquecido con el que se podr¨ªan fabricar m¨¢s de 6.000 bombas nucleares. Por eso, se recibi¨® con un suspiro de alivio la afirmaci¨®n de una fuente del Ministerio ruso de Energ¨ªa At¨®mica de que "todo est¨¢ en orden" y no hay motivo de preocupaci¨®n, aunque se ech¨® en falta una explicaci¨®n de lo ocurrido. Sadovnikov, director de la planta de Mayak, asegur¨® ayer que se estaba volviendo a poner en marcha uno de los dos reactores.
La aver¨ªa el¨¦ctrica oblig¨® tambi¨¦n a parar la central at¨®mica de Beloyarsk, en la regi¨®n de Sverdlovsk.
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