Estreno absoluto de Garc¨ªa Abril
Un nuevo programa de la Orquesta Sinf¨®nica de Bilbao, dirigida por su actual titular, Juanjo Mena, y contando con la colaboraci¨®n del violonchelista Asier Polo, puso en atriles una nueva partitura de Ant¨®n Garc¨ªa Abril: Concierto de las Tierras Altas, para violonchelo y orquesta, escrita por encargo del Oto?o Soriano. Si no me equivoco, el compositor turolense s¨®lo hab¨ªa dedicado al instrumento de Casals, Cassad¨® y Asier Polo el C¨¢ntico de la Piet¨¢ (1977), presentado en Cuenca por Mar¨ªa Or¨¢n, Corostola, el organista Elizalde, el Coro Nacional y la Filarm¨®nica de Madrid.Ahora, Antonio Machado, en su m¨¢s pura po¨¦tica soriana, recibe el homenaje musical de Garc¨ªa Abril en una extensa, bien trabajada y sentida composici¨®n, tan fiel al poeta evocado como al mismo estilo del m¨²sico que objetiva sus versos en sonidos. Tres motivos po¨¦ticos funcionan cual secretos personajes del Concierto de las Tierras Altas: la contemplaci¨®n del paisaje amado, la "curva de ballesta que traza el r¨ªo Duero" en torno a Soria y la nostalgia del joven amor perdido, Leonor. A partir de ah¨ª, de estas emociones hondamente sentidas, Garc¨ªa Abril desenvuelve su melodismo, hace cantar al violonchelo con apasionada mesura -valga la paradoja- y sume a la orquesta en el doble hond¨®n de sus ideales y de la voz solista, para ensalzarlos; la voz no es humana, pero lo parece cuando el violonchelo est¨¢ en manos de Asier Polo y se rodea de equilibrio instrumental en un proceso armonioso, sustantivamente l¨ªrico y a veces resonantemente vivo y popular.
Bien demostrado qued¨®, tras el ¨¦xito de Garc¨ªa Abril y sus int¨¦rpretes, en las dos suites de Daphnis et Chlo¨¦, su magia y su fascinaci¨®n. El esp¨ªritu avizorado de la Soria cultural -vivo para la m¨²sica ya en 1921 en torno a los ciclos del poeta-m¨²sico Gerardo Diego que expon¨ªa a Stravinski y a Satie, a Malipero, Dukas, Alb¨¦niz y Falla- permanece en un ejemplo de receptividad entusiasta que Od¨®n Alonso, durante ocho a?os de Oto?o, no ha cesado de impulsar. De todo ello se dialog¨® amplia y entra?ablemente en las Confesiones que el ciclo mantiene, de modo que nos sentimos inmersos en una obra solidaria, comunicativa e informativa llevada a cabo con eficacia y sin la menor pedanter¨ªa.
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