Las amenazas obligan a proteger la casa de la supuesta asesina de Mijas
Las amenazas recibidas por la familia de Mar¨ªa Dolores V¨¢zquez tras su detenci¨®n como presunta autora del asesinato de Roc¨ªo Wanninkhof han obligado a la Guardia Civil a montar un dispositivo de seguridad en torno a su vivienda, en la cala de Mijas (M¨¢laga). Aunque la acusada est¨¢ en prisi¨®n desde el s¨¢bado, los agentes protegen la casa para evitar cualquier intento de agresi¨®n a los familiares o al inmueble, en el que la detenida convivi¨® con la v¨ªctima.
La medida fue adoptada ante la reacci¨®n de numerosos vecinos que la semana pasada, cada vez que V¨¢zquez sal¨ªa o entraba del juzgado, le arrojaban latas y bolsas en se?al de repudio.Ayer tambi¨¦n trascendi¨® que el letrado de la familia Wanninkhof ha solicitado al juez estar presente en las diligencias que se practiquen, ya que la acusaci¨®n ni siquiera pudo asistir a las declaraciones que la acusada prest¨® el viernes y el s¨¢bado, durante las cuales incurri¨® en contradicciones que fueron determinantes para decidir su encarcelamiento.
Fuentes judiciales precisaron ayer que la Guardia Civil tiene 20 d¨ªas para encontrar una prueba contundente, ya que de lo contrario deber¨¢ poner en libertad a V¨¢zquez, y recordaron que las evidencias que existen hasta el momento son "indiciarias, pero no plenas".
La fr¨¢gil coartada ofrecida por V¨¢zquez sobre d¨®nde se encontraba el 9 de octubre de 1999, la fecha en que desapareci¨® la joven de Mijas, es una de las bazas de los investigadores. La acusada ha mantenido siempre que ese d¨ªa estuvo con una amiga y la hija de ¨¦sta de tres a?os. El testimonio de la primera no ha sido nada convincente y la peque?a no es un testigo v¨¢lido. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, el seguimiento a V¨¢zquez ha sido total durante varios meses, ya que a las pocas semanas de producirse la desaparici¨®n ya las sospechas reca¨ªan sobre ella. Los agentes llegaron a alquilar un chal¨¦ pr¨®ximo a la vivienda de la detenida y se hicieron pasar por nuevos vecinos, acerc¨¢ndose a ella con cualquier excusa para entablar amistad. Su tel¨¦fono estuvo todo el tiempo intervenido. Desde la casa hicieron un seguimiento exhaustivo de sus h¨¢bitos, como hacer footing y realizar compras; costumbres que cambi¨® cuando trascendi¨® que se encontraba entre las sospechosas del asesinato. De hecho, dej¨® de salir de la vivienda e incluso una vecina le hac¨ªa la compra.
V¨¢zquez, una persona que se ha mostrado muy fr¨ªa en su declaraci¨®n ante el juez, ha mantenido en todo momento su inocencia. Incluso cuando los agentes que la custodiaban le pon¨ªan las esposas para trasladarla a la prisi¨®n, les indic¨® que siguieran buscando porque ella no era la asesina.
Aunque los investigadores siguen trabajando sobre la base de que podr¨ªa haber contado con la colaboraci¨®n de otra persona, hay otros datos que apuntan a que la detenida no habr¨ªa tenido problemas en hacerlo sola. V¨¢zquez es cintur¨®n negro de k¨¢rate y est¨¢ acostumbrada a mover a su madre, una anciana impedida de la que cuidaba hasta su encarcelamiento. Un informe forense asegura que Roc¨ªo fue arrastrada por las axilas.
La detenida permanece en el m¨®dulo de ingresos de la prisi¨®n provincial de M¨¢laga, en Alhaur¨ªn de la Torre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.