Sin descanso

Casi no hemos descansado. La tarde de ayer, despu¨¦s del Angliru, se nos hizo corta: con un traslado largo hasta Le¨®n, sin apenas tiempo para el masaje y la cena a las diez de la noche, una hora inusual para nosotros. Adem¨¢s, coincidi¨® con el cumplea?os de Belda, con la correspondiente tarta y el cava. En fin, que hemos descansado menos. Para colmo, ten¨ªamos esta ma?ana otro traslado hasta Benavente. As¨ª que despu¨¦s de desayunar no hemos tenido las dos horas habituales para preparar nuestra ropa.La etapa ha transcurrido dentro de lo previsto. Estamos a unas alturas en que las fugas tienen m¨¢s facilidades. Quedan pocos sprinters y nosotros no ponemos ning¨²n inconveniente. No vamos a entrar en la guerra de la victoria de etapa. Aunque ten¨ªamos miedo por el viento, porque no somos especialistas en ese tipo de jornadas. Ya dejamos constancia en Albacete. Pero no ha ocurrido nada. Hemos ido r¨¢pidos en la primera parte, a 51 por hora.

S¨®lo al final ha aflorado la tensi¨®n, cuando se ha cortado el grupo. Heras ha ido arropado. No s¨®lo por nosotros. Tambi¨¦n por la gente. Al ser de ¨¦sos que da espect¨¢culo en la monta?a, le animan mucho. Ma?ana, en B¨¦jar, ser¨¢ la apoteosis.