Thorpe encabeza el desaf¨ªo
Apasionante duelo australiano-estadounidense en los 4x100 libres de nataci¨®n
SANTIAGO SEGUROLA Ian Thorpe comienza ma?ana su gran aventura, destinada a convertirle en uno de los grandes protagonistas de los Juegos. Los australianos esperan que en los 400 metros libres env¨ªe un contundente mensaje a los estadounidenses, sus enemigos naturales en las pruebas de nataci¨®n. S¨®lo en los Juegos de Melbourne consiguieron superarles, pero ahora presentan un equipo impresionante, una especie de Dream Team que tiene entusiasmado a un pa¨ªs siempre entregado a sus nadadores. Durante las pruebas de selecci¨®n del equipo local, disputadas en mayo, se alcanzaron unas audiencias que s¨®lo son posibles en Australia. En este pa¨ªs de 19 millones, m¨¢s de diez millones llegaron a congregarse ante las pantallas de televisi¨®n para ver los momentos estelares de los trials, muy especialmente cuando le llegaba el turno a Ian Thorpe.
Thorpe lo tiene todo. Es joven, juega en casa -naci¨® en un barrio de Sydney- y se le considera imbatible. Algunos especialistas creen que es el mejor nadador de la historia, a pesar de que todav¨ªa no ha ganado ninguna medalla. "No he visto a nadie tan perfecto", ha dicho Don Talbot, el vol¨¢til entrenador del equipo australiano. Poco dado a los elogios, Talbot no ha podido resistirse ante el hombre pez. Son tantas las esperanzas que se han depositado en ¨¦l, que Australia conf¨ªa en la t¨ªpica actuaci¨®n capaz de amedrentar a todo el equipo estadounidense.
Lo normal es que Thorpe consiga una ventaja de cuatro o cinco segundos, sobre sus perseguidores en los 400 metros, su prueba favorita. Esta clase de diferencia parece imposible en una competici¨®n donde se re¨²nen los mejores especialistas del mundo, pero Thorpe es un caso aparte. No se descarta que logre bajar de los 3.40 minutos -su r¨¦cord mundial es 3.41.33m- , haza?a que redundar¨ªa en su condici¨®n de marciano de las piscinas. Los estadounidenses dan por perdidas todas las pruebas en las que participe Thorpe. No quieren, sin embargo, que la derrota les afecte el ¨¢nimo. Eso podr¨¢ comprobarse en la final de 4x100 metros libres, una prueba fetiche para los norteamericanos. Nunca han perdido esta carrera en los Juegos Ol¨ªmpicos, pero la amenaza australiana es real. El combate ser¨¢ sensacional. Australia presentar¨¢ un equipo encabezado por Michael Klim, que dispone de la segunda mejor marca mundial de la temporada. Con tumultuoso apoyo de los 15.000 espectadores que se reunir¨¢n en el Aquatic Center y con la excelente noticia que habr¨¢ dado Ian Thorpe en los 400 metros libres, los australianos est¨¢n dispuestos a infligir a los norteamericanos una derrota que les impida levantar la cabeza durante el resto de los Juegos.
Durante las ¨²ltimas semanas, las dos grandes potencias de la nataci¨®n han mantenido una tensa espera, salpicada por alguna que otra declaraci¨®n agresiva de sus l¨ªderes. Gary Hall, el hombre que ha resucitado despu¨¦s de dos a?os de calvario por sus problemas con la diabetes, asegura que batir¨¢n a los australianos en su casa. Equipo no le falta a EE UU. Tanto Hall como el vers¨¢til Neil Walker han bajado de 49 segundos este a?o. El joven Anthony Ervin est¨¢ destinado a convertirse en una estrella. Cualquiera que sea el resultado, la final ser¨¢ apasionante. Si gana Australia, el golpe ser¨¢ terrible para Estados Unidos. Si ocurre lo contrario, los norteamericanos tendr¨¢n derecho a pensar que todav¨ªa son los jerarcas de la nataci¨®n.
La jornada. Hombres. 400 libres. 100 braza y 4x100 libre (Benavides, Botello, Lorente y Ulibarri). Mujeres. 400 estilos (Lourdes Becerra) y 100 mariposa (Mar¨ªa Pel¨¢ez) y 4x100 libres)
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