MIGUEL ?NGEL SERRANO Del mar a las nieves eternas
?rase un ingeniero naval que despu¨¦s de construir un pu?ado de buques a ras del mar fue arrastrado por el destino a la cima m¨¢s alta de la Pen¨ªnsula para dirigir la estaci¨®n invernal de Sierra Nevada. Quiz¨¢ esta f¨¢bula no resulte sorprendente si tenemos en cuenta que Miguel ?ngel, el protagonista, desde que naci¨® se apellida primero Serrano y a continuaci¨®n Aguilar. Qui¨¦n sabe qu¨¦ fatalismo encierran ciertos nombres y qu¨¦ suerte tenemos los que ocultamos nuestro futuro bajo la neutralidad del Garc¨ªa o del L¨®pez. Sea cual sea la influencia de la her¨¢ldica sobre los destinos, lo indudable es que Miguel ?ngel Serrano fue designado, en plena can¨ªcula agoste?a, director de Cetursa, la empresa que administra uno de los buques insignia (?otra vez la n¨¢utica!) de la industria tur¨ªstica andaluza: Sierra Nevada. Serrano puso fin al mandato de Jos¨¦ L¨®pez Luz, un hombre de confianza de los socialistas sevillanos que, desde su nombramiento, atrajo las reticencias de los granadinos, que, en algunos momentos, pidieron abiertamente su destituci¨®n.
Serrano naci¨® en Huelva en 1958 en el seno de una familia compuesta por nueve hermanos que, vaya usted saber por qu¨¦ otro capricho de los dioses, ha dado a la Junta de Andaluc¨ªa un semillero de t¨¦cnicos cualificados. Serrano estudi¨® ingenier¨ªa naval en Madrid, en la Universidad Polit¨¦cnica, y a continuaci¨®n trabaj¨® en los astilleros onubenses como jefe de obras de buques. Tras un periodo en el que cre¨® su propio despacho profesional, traslad¨® su residencia a Granada, donde, en 1985, se convirti¨® en asesor tecnol¨®gico y de promoci¨®n de la delegaci¨®n del Instituto de Promoci¨®n Industrial de Andaluc¨ªa.
A pesar de los cambios profesionales que ha experimentado en su vida, el nuevo hombre de las nieves andaluzas es un tipo de aspecto inalterable y tan racionalista como cabe suponer que son los ingenieros. Serrano peina sus cabellos undosos con la raya a la izquierda, gasta una barba que sin ser hirsuta tampoco clarea y en las fotograf¨ªas suyas que aparecen en los peri¨®dicos da la impresi¨®n que posara para la foto oficial: las manos atr¨¢s, los pies juntos, el tronco erecto y una sonrisa que siendo cordial deja entrever la dureza del m¨¢rmol.
Serrano, como se dijo, desembarc¨® en Granada en 1985, a?o en que se afili¨® al PSOE. Cuatro a?os despu¨¦s, y con la discreci¨®n que ha caracterizado su carrera, fue designado secretario del Consejo de Administraci¨®n de Cetursa y a continuci¨®n gerente provincial del Instituto de Fomento de Andaluc¨ªa (IFA), cargo que ha mantenido hasta el pasado mes de agosto. A pesar de su estrecha vinculaci¨®n con la Junta de Andaluc¨ªa, a Serrano los pol¨ªticos lo consideran un hombre del sector p¨²blico pero no de la Administraci¨®n, algo as¨ª como un funcionario con criterios y habilidades empresariales. A estas aptitudes profesionales, Serrano le ha sacado amplio partido y ahora las quiere explotar en Sierra Nevada donde, en el ¨²ltimo periodo, los enfrentamientos con los empresarios de la estaci¨®n han sido frecuentes. De hecho, en el mes que lleva en el cargo, ha tomado contacto con todos los que de alg¨²n modo dependen econ¨®micamente del funcionamiento de la sierra.
Serrano ha tenido la posibilidad de ejercer en la pol¨ªtica dura y pura. En 1991, poco despu¨¦s de ser nombrado gerente del IFA, Jes¨²s Quero, futuro alcalde socialista de Granada, lo invit¨® a formar parte de la candidatura y ocuparse del ¨¢rea de Econom¨ªa. Serrano se disculp¨®. Cuatro a?os m¨¢s tarde, cuando la derrota electoral socialista estaba cantada, volvi¨® a recibir el ofrecimiento de Quero y, con m¨¢s razones que antes, declin¨® la oferta.
Serrano, casado, con dos hijos y un perro, es un tipo activo y pronuncia las palabras como si tirara de ametralladora. No se le conocen an¨¦cdotas personales, salvo su pericia para conocer el funcionamiento de cualquier ingenio electr¨®nico, desde un tel¨¦fono m¨®vil a un electrodom¨¦stico con m¨²ltiples funciones. El director de Sierra Nevada comprende en un periquete -lo que es m¨¢s asombroso y digno de aplauso- los arduos manuales de instrucciones de los artefactos dom¨¦sticos y sus amigos aprovechan esta asombrosa facilidad para que ponga en marcha los suyos.
Quiz¨¢ por ese sentido de la discreci¨®n casi electr¨®nico, llam¨® mucho la atenci¨®n el contundente art¨ªculo que public¨® hace semanas en la prensa de Granada defendiendo con ardor la peregrina candidatura de la ciudad a los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 2010. Hubo quien dijo que se lo entregaron listo, s¨®lo para que estampara la firma. Pero eso equivale a abrir una v¨ªa de agua en la f¨¦rrea estructura de ingeniero naval.
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