Telefon¨ªa, un l¨ªo nada gratuito GERM? BEL
Con la concesi¨®n de las licencias de telefon¨ªa m¨®vil de tercera generaci¨®n (UMTS) se ha organizado un buen l¨ªo. No es para menos. Las experiencias comparadas de la Uni¨®n Europea muestran que con el m¨¦todo usado por el Gobierno la hacienda de Espa?a ha perdido unos cuatro billones de pesetas. Est¨¢ claro que el l¨ªo no es nada gratuito. Y lo m¨¢s curioso es que el Gobierno lo habr¨ªa evitado leyendo m¨¢s.Los m¨¦todos empleados para conceder las licencias de servicios UTMS son, en sustancia, dos. La mayor¨ªa de pa¨ªses, entre ellos Alemania y Gran Breta?a, han aplicado el sistema de subasta: las licencias han sido concedidas a las empresas que ofrecieron mayores cantidades. Los ingresos p¨²blicos han sido billonarios. Ahora discuten qu¨¦ hacer con estos ingresos. ?Reducir su deuda p¨²blica? ?Financiar inversiones? ?Una mezcla de ambas pol¨ªticas? Espa?a ha sido la excepci¨®n entre los pa¨ªses grandes, al emplear el denominado "concurso de belleza": diferentes grupos presentan sus propuestas y condiciones, y el Gobierno concede discrecionalmente las licencias. Nuestro m¨¦todo ha tenido algunas singularidades. La primera ha sido el ejemplo de "oportunidad temporal y transparencia" que dio el Gobierno cuando aprob¨® las concesiones dos d¨ªas antes de las ¨²ltimas elecciones generales, e hizo p¨²blica la decisi¨®n un d¨ªa despu¨¦s de las mismas, el 13 de marzo.
Los objetivos se?alados por el Gobierno para explicar su elecci¨®n de m¨¦todo sugieren un comentario m¨¢s detallado. El primer objetivo era conseguir precios m¨¢s bajos para los futuros consumidores de este tipo de servicios. El segundo, fomentar el r¨¢pido desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas evitando, seg¨²n manifestaci¨®n literal de Rodrigo Rato, la v¨ªa seguida por los gobiernos socialistas alem¨¢n e ingl¨¦s. A?ad¨ªa el vicepresidente que si lo que se quiere es recaudar y poner impuestos a costa de frenar la implantaci¨®n de la sociedad de la informaci¨®n en Europa se puede seguir el camino socialista (sic).
?Vamos a tener precios m¨¢s bajos en Espa?a? Pues no. El pago por la obtenci¨®n de las licencias tiene el car¨¢cter econ¨®mico de coste enterrado, por lo que no existe raz¨®n alguna de teor¨ªa econ¨®mica que nos permita esperar precios menores; los precios los determinar¨¢ el grado de competencia entre las empresas. A esta particularidad t¨¦cnica se le a?ade una consideraci¨®n m¨¢s di¨¢fana: como las mismas empresas est¨¢n obteniendo licencias gratuitas en Espa?a y de pago en la UE los precios espa?oles servir¨¢n en parte para financiar el coste de las licencias. Esto es as¨ª, adem¨¢s, porque no existe cl¨¢usula alguna que impida la libre fijaci¨®n de precios por parte de los operadores.
En este marco, existe una discusi¨®n en la que no se ha profundizado suficientemente. El espacio radioel¨¦ctrico es p¨²blico; por tanto, ?qu¨¦ criterio de equidad subyace en la idea de facilitar precios m¨¢s bajos a los futuros usuarios mediante el regalo de las licencias? Esto es, que el conjunto de los contribuyentes renuncien a ingresos para subvencionar a los clientes del servicio UTMS. Hay que se?alar que el uso de este servicio tendr¨¢ una intensidad muy diferente entre los diferentes segmentos de poblaci¨®n, seg¨²n nivel de rentas y actividad econ¨®mica. Por tanto, esta subvenci¨®n ser¨ªa -a¨²n bajando precios- una redistribuci¨®n regresiva de la renta. Y a¨²n lo ser¨¢ mucho m¨¢s en la realidad, puesto que lo que generar¨¢ ser¨¢ beneficios extraordinarios de las empresas.
Dirijamos ahora nuestra atenci¨®n a la cuesti¨®n del fomento del desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas. El plazo l¨ªmite establecido en las cl¨¢usulas de concesi¨®n para la plena prestaci¨®n del servicio es el 1 de agosto de 2001. Algo parece incoherente cuando las empresas han anunciado p¨²blicamente que el plazo no va a ser cumplido. Por otra parte, tambi¨¦n es sabido que el volumen de inversi¨®n comprometida no es nada extraordinario: Telef¨®nica ha comprometido inversiones similares en Espa?a y en Alemania, a pesar de que all¨ª el pago por la licencia fue billonario.
En materia de desarrollo tecnol¨®gico r¨¢pido los Estados Unidos son un referente claro e inequ¨ªvoco. Pues bien, ya en febrero de 1997 el Consejo de Asesores del presidente Clinton escrib¨ªa, en su informe anual al Congreso de los EE UU, "los pol¨ªticos han conseguido explotar las ventajas del mercado de manera que las pol¨ªticas p¨²blicas generen mayores beneficios a un coste m¨¢s bajo.... El segundo ejemplo [de este ¨¦xito] son las subastas de espectros de ondas. Aqu¨ª, las metas p¨²blicas tienen dos vertientes: poner el espectro de ondas en manos de los proveedores de servicios de comunicaciones que puedan generar el mayor beneficio econ¨®mico y conseguir fondos que reduzcan la necesidad de impuestos para cubrir los gastos gubernamentales". Seguramente Rato dispone de este texto desde finales de 1997, cuando su versi¨®n en castellano fue editada dentro del n¨²mero 11 de la colecci¨®n Estudios e Informes de La Caixa. De hecho, leyendo se aprende. El empleo por el Estado de instrumentos que impulsen la competencia, como las subastas, puede ser muy ¨²til para mejorar la eficacia de los gobiernos y para aumentar su eficacia en la consecuci¨®n de sus objetivos. Continuar menospreciando esta lecci¨®n puede meternos en otros l¨ªos como ¨¦ste, que no son nada gratuitos.
Germ¨¤ Bel es profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB.
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