Una semana donostiarra

Est¨¢n molestos los sumos sacerdotes del Pacto de Estella por ciertos acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas. Tienen motivos. Se han movido muchas fichas sobre el tablero vasco desde que Jos¨¦ Ram¨®n Recalde hizo la suprema demostraci¨®n de su inmensa fortuna, tan merecida, reflejada siempre en su mujer Mar¨ªa Teresa y sus hijos, en sus amigos y su vida de bien, y hoy simbolizada en esa pr¨®tesis dental de titanio que en su d¨ªa calific¨® de dispendio y gracias a la cual sigue con nosotros. Recalde parece habernos transmitido a los dem¨®cratas su suerte y su voluntad de lucha por la libertad y la dignidad en Euskadi.Gran parte de la direcci¨®n pol¨ªtica de ETA en el interior a¨²n se estaba acomodando en sus celdas por orden del juez Baltasar Garz¨®n cuando comenzaba en Francia la operaci¨®n m¨¢s brillante y efectiva contra la c¨²pula militar de la banda asesina en muchos a?os. Las polic¨ªas francesa y espa?ola han detenido ya a varios de los personajes verdaderamente imprescindibles en la empresa criminal, a esos que no son tan f¨¢cilmente sustituibles como los pistoleros de nueva generaci¨®n que han pasado en los ¨²ltimos a?os de las escuelas de la intoxicaci¨®n y la guerrilla urbana a los comandos. ?C¨®mo se les nota la irritaci¨®n por los ¨¦xitos policiales a quienes basan toda su estrategia pol¨ªtica en la supuesta imbatibilidad de los asesinos y aseguran que la ¨²nica forma de evitar m¨¢s muertes es asumir los objetivos de los asesinos! Los ¨²ltimos hechos son un terrible rev¨¦s para los predicadores de la resignaci¨®n. Pero no son s¨®lo las detenciones las que comienzan a mostrarles hasta a los m¨¢s obtusos en el nacionalismo democr¨¢tico que el camino impuesto por sus l¨ªderes hace m¨¢s de dos a?os, que ya los ha llevado a la cat¨¢strofe moral y a la humillaci¨®n ante los asesinos, pronto puede acarrearles la inanidad pol¨ªtica.

Los Reyes de Espa?a inauguraron en Hernani el maravilloso museo de Chillida acompa?ados por el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el canciller alem¨¢n Gerhard Schr?der. Xabier Arzalluz hab¨ªa augurado -?o deseado?- "cirios importantes". Nada de cirios. Apenas doscientos miembros de la secta de la kale borroka se declararon algo molestos. Y alguno coloc¨® unos lanzagranadas que la polic¨ªa encontr¨® y adem¨¢s no habr¨ªan funcionado. Eso fue todo. Pero mayor escarnio para algunos fue la victoria del civismo sobre los violentos que se hab¨ªa producido un d¨ªa antes en la calle de San Mart¨ªn, de Donostia, y las reacciones ante la misma.

Muy revelador el consejero del Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, al explicar por qu¨¦ tuvo a la Ertzaintza el viernes en San Sebasti¨¢n m¨¢s de cuatro horas intentando disolver la concentraci¨®n de dem¨®cratas. ?sta se negaba a dar paso a una manifestaci¨®n de EH que, un d¨ªa despu¨¦s del atentado contra Recalde, quer¨ªa mostrar su control sobre la calle al grito de "Gora ETA militarra" y "ETA m¨¢talos". Balza est¨¢ enfadado con los dem¨®cratas porque no dejaron pasar a los cachorros de los asesinos que, seg¨²n ¨¦l, ten¨ªan la legalidad de su parte pese al mensaje. ?Que intolerablemente obstinados esos cientos de ciudadanos que decidieron que el "Basta ya" no es un lema para p¨¦sames y minutos de silencio sino expresi¨®n de una firme decisi¨®n de coraje c¨ªvico para reconquistar la calle que los violentos han ido tomando en a?os de miedo, confusi¨®n, impunidad de los agresores y dejaci¨®n de sus deberes por parte de las instituciones!

El viernes, los dem¨®cratas ganaron el pulso a los violentos en la calle, por primera vez en mucho tiempo. Pese a Balza. Es un magn¨ªfico precedente. Los ciudadanos impusieron la disoluci¨®n de la banda de apologetas del crimen. La Erztaintza, como muchos de sus miembros comentaban all¨ª, llevaban horas deseando hacerlo. Sus mandos no les dejaban. Hasta que comprendieron que ni la estrategia del agotamiento ni del enga?o har¨ªan flaquear la decisi¨®n de los dem¨®cratas. El pr¨®ximo s¨¢bado est¨¢ convocada una manifestaci¨®n que deber¨ªa marcar la continuidad de lo sucedido el viernes. Podr¨ªa cerrar una gran semana donostiarra. Y ser un gran paso para recuperar el futuro para los ciudadanos libres. Ha de ser el punto de inflexi¨®n que no lleg¨® a ser la reacci¨®n a la muerte de Miguel ?ngel Blanco debido precisamente a la traici¨®n a la sociedad civil que impusieron Xabier Arzalluz y Egibar en el PNV y que tiene su perfecto reflejo en la referida actitud de Balza. Los organizadores han convocado no s¨®lo a los donostiarras y vascos en general sino a todos los espa?oles que quieran arropar con su presencia a unos ciudadanos que han vivido acosados y desamparados tanto tiempo. Es el d¨ªa de demostrar con hechos la solidaridad y el compromiso con el marco de libertad de nuestra Constituci¨®n y el Estatuto. Es un d¨ªa que bien vale el esfuerzo de un viaje a San Sebasti¨¢n para cualquier dem¨®crata.