Espa?a juega con fuego
El equipo de S¨¢ez, muy conservador ante Marruecos, se enfrentar¨¢ en los cuartos a Italia
Espa?a pudo haber goleado a la debil¨ªsima Marruecos, pero se content¨® con un exiguo 2-0 que le lleva, como segunda de su grupo, a enfrentarse a Italia en los cuartos de final el pr¨®ximo s¨¢bado en Sydney (11.00, hora espa?ola). Se content¨®, eso s¨ª, mitad por conservadurismo, mitad porque el rival le plante¨® m¨¢s que un partido una batalla campal. Y result¨® bastante desagradable. Marruecos confirm¨® su terrible fama. A Tamudo, por ejemplo, le dieron palos hasta en la boca, de manera que se pas¨® el encuentro entrando y saliendo del campo. En camilla, por supuesto. "Me han machacado, pero me gusta tanto jugar que segu¨ªa pidiendo la pelota", dijo el delantero del Espanyol. El t¨¦trico espect¨¢culo lo complet¨® el ¨¢rbitro, sin experiencia ni personalidad.Salvado, en fin, el severo escollo marroqu¨ª, Espa?a ya tiene enfrente a Italia, el eterno rival, seg¨²n Velamaz¨¢n; el campe¨®n europeo sub 21, el rey de la buena suerte, el competidor por excelencia. Jos¨¦ Mari, delantero del Mil¨¢n, que tanto los conoce, espera ya a los azzurri con impaciencia: "Les tengo ganas porque ellos se creen superiores a todos".
ESPA?A 2 MARRUECOS 0
Espa?a: Aranzub¨ªa; Puyol, Amaya, Unai, Capdevila; Velamaz¨¢n (Ferr¨®n, m. 75), Albelda, Angulo; Xavi (Ismael, m. 90); Jos¨¦ Mari (Gabri, m. 64) y Tamudo.Marruecos: Eljarmouni; Roumani (Zairi, m. 42), Ouchla, Abouf (Oulmers, m. 80), Elbrazi, Kacemi; Elassas, Safri, Elmoubarki; Elkhattari y Barroudi (Nater, m. 45). Goles: 1-0. M. 33. C¨®rner que saca Xavi, cabecea en semifallo Capdevila y la pelota, que queda muerta, es rematada por Jos¨¦ Mari. 2-0. M. 89. Gabri pica el bal¨®n tras otro remate pifiado, esta vez de Tamudo. ?rbitro: Jun Lu (China). Expuls¨® directamente a Elbrazi (m. 91) por agredir a Gabri y al portero reserva espa?ol, Felip, mientras calentaba, por protestar (I?aki S¨¢ez se queda con un solo guardameta para el partido de los cuartos de final contra Italia). Tambi¨¦n fueron amonestados Kacemi, Unai y Aranzub¨ªa. Unos 24.000 espectadores.
Ayer, en todo caso, Espa?a volvi¨® a creer en su estilo durante media hora notable. Se dio cuenta de que era el mejor modo de tumbar a Marruecos, un equipo sin entidad. As¨ª, se puso a tocar, a triangular convenientemente, y las oportunidades se fueron sucediendo. Gan¨® la espalda a la defensa adversaria con facilidad. Bastaba un toque delicado desde el centro del campo -Xavi ofreci¨® unos cuantos- y el delantero de turno se plantaba ante Eljarmouni.
Pero, una vez tras otra, Tamudo, Jos¨¦ Mari y, sobre todo, Angulo fallaron sus remates. En una, Angulo, que acusa su mes de inactividad por una lesi¨®n, err¨® uno de los goles m¨¢s f¨¢ciles. El pase de Velamaz¨¢n le dej¨® completamente solo, pero se trastabill¨®. Velamaz¨¢n explic¨® luego que ese fallo se debi¨® al mal estado del terreno, un campo de cr¨ªquet con la hierba alta y el piso duro que ha perjudicado el f¨²tbol r¨¢pido de los espa?oles.
Cuando, por fin, abri¨® la lata Jos¨¦ Mari, se pens¨® en la goleada. Pero Espa?a se acomod¨®. Dio por bueno el resultado, puesto que Marruecos tampoco le amenazaba.
En el descanso se conoci¨® la victoria de Corea sobre Chile, lo que pod¨ªa dar el primer puesto del grupo a Espa?a si anegaba de tantos a Marruecos. De ese modo habr¨ªa cambiado a Italia por Nigeria. Pero los delanteros espa?oles siguieron fallones. Y el conjunto, en general conservador, retrocedi¨® una veintena de metros, administr¨® sus fuerzas. jug¨® a medio gas, un ejercicio muy peligroso, jugando con fuego, pues el empate le habr¨ªa eliminado.
Entonces se vio que en Marruecos hab¨ªa al menos alguien dispuesto a jugar: su extremo izquierdo, Elmoubarki, un veloz regateador. Hubo instantes de tensi¨®n, de desconfianza, en el bando espa?ol. Al cabo, sin embargo, Gabri cabece¨® p¨ªcaramente el gol de la tranquilidad.
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