El Valencia se agarra a un arrebato

Un arrebato de mala leche de Mendieta le bast¨® al Valencia para derrotar al Heerenveen, que careci¨® de pegada para sacar mayor provecho de su juego. El Heerenveen puso el f¨²tbol y el Valencia el oficio. Cuando el encuentro estaba realmente feo para el equipo de H¨¦ctor C¨²per, Mendieta se enganch¨® la pelota al pie, encar¨® a la defensa holandesa, cedi¨® a duras penas a Kily y ¨¦ste bati¨® a Vonk con el exterior del pie izquierdo. Suficiente para tumbar a un equipo atrevido aunque biso?o, cuyo empe?o por jugar bien al f¨²tbol qued¨® hecho a?icos en una acci¨®n aislada.Heerenveen tiene motivos para volcarse con su equipo. Hace diez temporadas penaba en la Segunda Divisi¨®n holandesa. Ten¨ªa un estadio coqueto, con capacidad para 14.000 espectadores. Ahora se ha quedado peque?o ante el inter¨¦s que ha despertado el equipo en la provincia de Frisia, en el norte de los Pa¨ªses Bajos. El club proyecta ahora ampliar el aforo del estadio hasta los 28.000 espectadores. Esta algarab¨ªa se ha producido tras lograr la temporada pasada el subcampeonato de liga por delante de equipos como el Ajax o el Feyenoord.

El Heerenveen es un equipo atrevido, que respeta el gusto por el juego ofensivo de los equipos holandeses. Ese empe?o no esconde sus defectos: su defensa es un escurridor de lechuga y no tiene gol. Aun as¨ª, casi 14.000 espectadores espolearon ayer al Heerenveen, que tuvo muy buena pinta durante los primeros 30 minutos. Tuvo m¨¦rito su osad¨ªa. El Heerenveen se adue?¨® de la pelota e inquiet¨® a la defensa valencianista, sobre todo cuando Nurmela y Lurling, dos extremos escurridizos, entraban por las bandas. Cualquiera de los centrocampistas del Heerenveen maneja la pelota con soltura: nada de abandonarse al pelotazo.

El Valencia pas¨® un calvario durante la primera media hora. Cedi¨® la iniciativa al Heerenveen quiz¨¢ esperando a que el arre¨®n holand¨¦s remitiera, y cuando se dio cuenta, el Heerenveen se hab¨ªa apropiado del partido con un desparpajo que hizo disminuir al Valencia, incapaz de conectar con Diego Alonso y S¨¢nchez, dos pegotes en el campo. Encomendado a sus centrocampistas, el Valencia esper¨® a que se produjera una acci¨®n aislada de Mendieta o Kily Gonz¨¢lez, los dos ¨²nicos futbolistas del Valencia con capacidad de desbordar. Pero ¨¦stos andaban pendientes de otros cometidos. El primero, disminuido por la rotura de dos dedos de la mano que se produjo ante el Mallorca, no tuvo apenas protagonismo durante la primera media hora y se dedic¨® a reforzar defensivamente la banda derecha; mientras, Kily anduvo de gresca con su marcador.

Con el partido en una fase tibia, a Mendieta le dio por meterse en harina. Cogi¨® la pelota y a trompicones apareci¨® en el borde del ¨¢rea del Heerenveen. Desde all¨ª, cay¨¦ndose, acert¨® a pasarle el bal¨®n a Kily Gonz¨¢lez, que con el exterior del pie izquierdo envi¨® la pelota a la escuadra derecha de la porter¨ªa del Heerenveen. Entonces qued¨® el conjunto de Foppe De Haan en evidencia: su defensa es vulnerable, algo que ya se sab¨ªa. En la primera jornada de la Liga de Campeones el Lyon le hizo un estropicio (3-1).

El Heerenveen no decay¨® en la segunda parte. Tuvo m¨¢s presencia en el encuentro, pero su delantera tampoco le alcanza para la Liga de Campeones. El Valencia, que para entonces ya hab¨ªa cazado al Heerenveen, tap¨® las bandas y trat¨® de salir al contragolpe, aunque sin ¨¦xito.