Democracia industrial
Este s¨¢bado concluye la asamblea general de la Confederaci¨®n de Entidades para la Econom¨ªa Social de Andaluc¨ªa. No trato de destacar el papel que cooperativas, sales y aut¨®nomos, que son las entidades que conforman esta confederaci¨®n, desempe?an en la econom¨ªa andaluza. S¨ª trato de destacar que de la intervenci¨®n en los actos de inauguraci¨®n de los secretarios regionales de CC OO y UGT y del presidente de la CEA se pone de manifiesto que la democracia no ha llegado a la econom¨ªa social. Falta su participaci¨®n en la concertaci¨®n social.Si algo define el sistema democr¨¢tico es la convivencia dentro del pluralismo y la participaci¨®n en la toma de decisiones. De ah¨ª que no sea comprensible que, si Andaluc¨ªa cuenta con una confederaci¨®n que representa a un sector econ¨®mico cuyas bondades, y eficacia, son destacadas por organizaciones sindicales, Ejecutivo y patronal, se niegue su protagonismo en la concertaci¨®n.
Podr¨ªa imputarse esta ausencia a la voluntad de estas entidades, ya que pueden incorporarse a la CEA. Esta incorporaci¨®n, que es posible, no es razonable. De producirse, desaparecer¨ªa un sector que entiende la empresa como un medio de generar empleo y no como el enriquecimiento constante. Dicho con palabras de Julio Ruiz: "En las sociedades participativas el beneficio es un valor, mientras que en la empresa tradicional, o capitalista, el beneficio es el valor que les mueve".
?ste es el hecho diferencial. Est¨¢ reconocido por el Ejecutivo andaluz y por las organizaciones sindicales y su presencia est¨¢ justificada por las reglas del juego democr¨¢tico. Su ausencia de la concertaci¨®n hace que los acuerdos que se alcanzan no gocen de eficacia suficiente y est¨¦n privados del pluralismo que caracteriza a las sociedades democr¨¢ticas.
Es posible que la empresa tradicional no quiera compartir protagonismo con entidades en las que el objeto social no es el ¨¢nimo de lucro. Es una circunstancia que afecta a sus intereses, pero no debe ser determinante para impedir que estas sociedades, que cuentan con m¨¢s de 60.000 trabajadores y responden a un modelo empresarial diferente, no est¨¦n representadas por su confederaci¨®n.
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