M¨¢s de 100.000 personas se manifiestan en Barcelona contra el terrorismo

M¨¢s de 100.000 personas (entre 80.000 y 120.000, seg¨²n fuentes de la Polic¨ªa Municipal) se manifestaron ayer en Barcelona contra la violencia etarra, despu¨¦s del atentado terrorista que cost¨® el jueves la vida a Jos¨¦ Luis Ruiz Casado, concejal del PP en el Ayuntamiento de Sant Adri¨¤ de Bes¨°s. La clase pol¨ªtica catalana, con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al frente, encabezaba la manifestaci¨®n: desde Esquerra Republicana hasta el PP, pasando por PSC, IC-V y CiU. El cardenal Ricard Maria Carles maldijo ayer a los terroristas durante la homil¨ªa pronunciada en el funeral de Ruiz Casado.

Jordi Pujol (CiU), Pasqual Maragall (PSC), Alberto Fern¨¢ndez (PP), Josep Llu¨ªs Carod Rovira (ERC) y Rafael Rib¨® (IC-V) formaban, entre otros muchos, la primera fila. Expresaban la unidad, ya certificada ayer en una declaraci¨®n del Parlamento de Catalu?a, de los l¨ªderes catalanes contra el terrorismo. Tras ellos, decenas de miles de personas se api?aban tras la pancarta "Basta ya, Catalu?a por la paz". Entre otros, cantantes como Joan Manuel Serrat o Jaume Sisa, o decenas de inmigrantes procedentes de India, Paquist¨¢n y Bangladesh que mostraban su repulsa al terrorismo. Las ¨²nicas pancartas visibles eran "?Basta ya! o Vascos si, ETA no". Otras plasmaban el repudio de alg¨²n manifestante a la persona del l¨ªder del PNV, Xabier Arzalluz.La manifestaci¨®n contra ETA transcurri¨® b¨¢sicamente en silencio, s¨®lo roto espor¨¢dicamente, y concluy¨® con la lectura de un manifiesto unitario suscrito por las instituciones y los partidos pol¨ªticos, que denunciaba que los terroristas "quieren ahogar en sangre todas nuestras voces". Sin embargo, tras la lectura del mismo, un nutrido grupo de manifestantes permaneci¨® en la plaza de Catalu?a, y fue entonces cuando se escucharon los mayores improperios, no s¨®lo contra ETA, sino tambi¨¦n contra los nacionalistas vascos, y especialmente contra Arzalluz, as¨ª como gritos en favor de la pena de muerte. No se produjeron incidentes, a excepci¨®n del protagonizado por una joven que quiso desplegar una bandera independentista catalana, y que tuvo que ser protegida por la polic¨ªa. Adem¨¢s, un joven fue agredido por un grupo de manifestantes tras pedir aqu¨¦l a un orador espont¨¢neo que pronunciaba un discurso antivasco que respetara el esp¨ªritu unitario de la manifestaci¨®n y dejara de hablar.

El manifiesto, le¨ªdo por la actriz Vicky Pe?a, afirmaba: "Todos los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona y de toda Catalu?a condenamos el atentado que ha matado a Jos¨¦ Luis Ruiz Casado, concejal del Partido Popular en Sant Adri¨¤ de Bes¨°s". "Con este crimen, ETA ha vuelto a dejar su huella fascista entre nosotros. Jos¨¦ Luis era un representante del pueblo. Quieren ahogar en sangre todas nuestras voces. No lo conseguir¨¢n. No somos indiferentes a la barbarie de los terroristas, porque no aceptamos la irracionalidad y el absurdo del asesinato", continuaba la declaraci¨®n.

"Hemos hecho de nuestra ciudad, de nuestras ciudades, de todo nuestro pa¨ªs, un espacio diverso, donde todo el mundo puede ver representadas y respetadas sus necesidades, sus formas de vivir y de pensar, y sus ilusiones. Un espacio donde todos podemos expresar c¨®mo deseamos convivir en libertad. Nuestra fuerza es el pluralismo, el derecho a escoger nuestras convicciones, el derecho a discrepar, el derecho a decidir nuestro futuro. Por eso, caminamos juntos para rechazar este asesinato, porque sabemos que nos jugamos mucho. Nos jugamos nuestra libertad, nuestra esencia como personas", se dec¨ªa en el manifiesto.

Por la ma?ana se registraron paros de cinco minutos ante numerosos ayuntamientos de Catalu?a y del resto de Espa?a, as¨ª como en centros de trabajo.

La homil¨ªa de Carles

Por la ma?ana, el cardenal arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, ofici¨® el funeral por Jos¨¦ Luis Ruiz Casado, celebrado en la parroquia de Sant Adri¨¤ Norte. Miles de ciudadanos se congregaron o en sus alrededores para seguir el acto, por lo que la iglesia result¨® insuficiente y se instal¨® un sistema de megafon¨ªa. En su homil¨ªa, Carles reclam¨® a los ciudadanos que no se acostumbren "nunca al mal de la violencia y que cada muerte nos duela como si fuese el primer asesinato". Del mismo modo, record¨® la maldici¨®n divina para referirse a los terroristas y tambi¨¦n censur¨® con dureza "a quienes han inspirado" el crimen.Carles afirm¨® sentir un "profundo dolor" por tener que celebrar un funeral en memoria de "un servidor p¨²blico elegido democr¨¢ticamente por sus conciudadanos y asesinado cobardemente por el delito de pertenecer a un partido pol¨ªtico". El cardenal record¨® el crimen b¨ªblico de Ca¨ªn contra Abel y pregunt¨® a los asesinos y a sus c¨®mplices: "?D¨®nde est¨¢ nuestro hermano Jos¨¦ Luis?".

Carles asegur¨®: "La tierra catalana es una tierra de pactos, y espero que no tengamos que maldecirlos", en alusi¨®n a los terroristas. Acabado el funeral, el f¨¦retro fue trasladado al cementerio de Pomar, en Badalona, donde recibi¨® sepultura en la intimidad familiar.