Barcelona, en la calle con la Merc¨¨

Parec¨ªa que los cristales de la torre Mapfre y del hotel Arts iban a saltar por los aires por el estruendo de los vuelos rasantes de los F-18. Las playas de Barcelona, los espigones, la escollera y el paseo del Port Ol¨ªmpic fueron tomados ayer por miles de personas para contemplar el primero de los festivales a¨¦reos de la Merc¨¨. La espectacularidad de las piruetas de varias patrullas se mezcl¨® con el colorido de un encuentro internacional de cometas.Pero este a?o, de momento, la gran novedad de las fiestas es la Rambla del Raval, que el viernes por la noche se estren¨® con una actuaci¨®n musical. El nuevo paseo ofrec¨ªa ayer por la ma?ana un aspecto ins¨®lito: cientos de ni?os jugaban en el espacio central del paseo en toboganes de pl¨¢stico situados donde hasta hace dos d¨ªas estaba la calle de Sant Jeroni. En el centro de la rambla se ha instalado un carrusel. A modo de caballitos, un grupo de artistas franceses han creado originales figuras, algunos monstruos, grandes avestruces, camaleones y otros seres ex¨®ticos. Mientras varias colles infantiles de diablos se preparaban, la m¨²sica reggae sonaba por los altavoces.

Ayer la Rambla del Raval recibi¨® la visita de muchos ciudadanos de otras partes de Barcelona movidos por la curiosidad. "Me acuerdo de c¨®mo era esto no hace mucho tiempo y es evidente el cambio. Ahora lo que hace falta es que se mantenga todo bien, que no se abandone y que se cuide", comentaba un joven vecino del Eixample que llevaba un ni?o sobre los hombros.

Grandes globos y paneles de colores intentaban maquillar ayer el lamentable estado de algunos de los edificios con fachada a la rambla y las traseras de las viviendas de la manzana de Robadors. Y no eran demasiados los hijos de inmigrantes que jugaban en el nuevo espacio.