La renuncia m¨¢s aplaudida

La calurosa ovaci¨®n que recibi¨® Francesc Baixauli, aspirante a la secretar¨ªa general del PSPV, cuando anunci¨® en su discurso ante el pleno del congreso que hab¨ªa decidido retirar su candidatura, es la prueba m¨¢s evidente del cainismo que impera en el partido. La intervenci¨®n de Baixauli fue la m¨¢s aplaudida, no tanto por su contenido, nada desde?able, sino porque el candidato opt¨® por el suicidio de su opci¨®n.Los cinco aspirantes intervinieron ante el pleno ayer por la ma?ana y recogieron los puntos esenciales de las propuestas que han ido desgranando durante las ¨²ltimas semanas. Todos destacaron la importancia del debate y el sustrato de unidad que garantiza la organizaci¨®n socialista a pesar de los puntos de vista divergentes sobre cuestiones concretas. Y dejaron constancia de un estilo personal.

Jos¨¦ Luis ?balos abri¨® la ronda de intervenciones. Henchido de la responsabilidad que entra?aba su supuesta posici¨®n de favorito, ?balos sigui¨® el gui¨®n con tono monocorde. S¨®lo logr¨® sostener la atenci¨®n porque la mayor¨ªa de delegados cre¨ªa estar escuchando al futuro secretario general. "He venido a correr el riesgo de vuestra libertad", explic¨® ?balos. Pero su estilo no dejaba entrever ninguna duda y trasluc¨ªa muy poca pasi¨®n. El secretario comarcal de Valencia dedic¨® el grueso de su discurso a una reflexi¨®n de orden org¨¢nico. Invit¨® a los delegados a recuperar la confianza como ¨²nica garant¨ªa de la cohesi¨®n del partido. Pero no supo trasladar una vocaci¨®n de combate a la derecha.

Baixauli habl¨® en segundo lugar. Lament¨® que Amador Garc¨ªa no llegara a sumar los avales necesarios para ofrecer sus propuestas debido a las "presiones" recibidas por muchos delegados y clam¨® una posible soluci¨®n: "?Primarias!" La receta de Baixauli para recuperar la Generalitat pasa por "ganar la calle" y trabajar "desde la base". Todo su discurso estuvo impregnado de utop¨ªa, pasi¨®n y alg¨²n comentario jocoso. Baixauli hab¨ªa elaborado una estrategia que s¨®lo desvel¨® al final de su intervenci¨®n, pero que empez¨® a atisbarse cuando lanz¨® una carga de profundidad contra ?balos, concejal en Valencia: "No podemos estar a 26 puntos de la derecha en las grandes ciudades". Tambi¨¦n reivindic¨® un esfuerzo para que la federaci¨®n valenciana gane peso en el conjunto del Estado a trav¨¦s de una propuesta para la pr¨®xima conferencia pol¨ªtica del PSOE. Y ofreci¨® una receta: "Tenemos que recuperar espacios de libertad en el partido. La libertad no se vende por kilos, se gana trabajando".

Luego descarg¨® la artiller¨ªa contra el PP: "Eduardo Zaplana es el capit¨¢n Garfio que roba a los pobres para d¨¢rselo a los ricos", dijo, "hemos pasado del monocultivo de la naranja al monocultivo del turismo especulativo". El discurso estuvo plagado de golpes de efecto, pero el m¨¢s poderoso fue la traca final. Baixauli, consciente de que no ten¨ªa posibilidad de ganar, traicion¨® su propio discurso y retir¨® su opci¨®n a favor de Joan Ignasi Pla sin mencionarlo. El aplauso fue rabioso.

Pla subi¨® a escena con el ambiente caldeado y dirigi¨® sus palabras con mucha intenci¨®n. Introdujo veladas alusiones al ¨²ltimo congreso ordinario que gan¨® Joan Romero e inst¨® a los delegados a levantar la organizaci¨®n.

Josep Bres¨® ley¨® el discurso m¨¢s elaborado y con mayor calado pol¨ªtico. Conciliador, Bres¨® celebr¨® los buenos modos entre candidatos en los previos del congreso y renunci¨® a las luchas entre sectores a favor de "una resultante" ¨²nica. La frialdad de su exposici¨®n sembr¨® las sospechas sobre la autor¨ªa del texto. "Que se valore el mensaje por lo que dice, no por qui¨¦n lo dice", subray¨®. Pero nadie supo apuntarle c¨®mo deb¨ªa escenificarlo y su intervenci¨®n result¨® plana en exceso.

Andr¨¦s Perell¨® levant¨® los ¨¢nimos en la ¨²ltima intervenci¨®n con un estilo franco, directo e irreverente. Su facilidad para la oratoria le permiti¨® trufar varias bromas entre sus propuestas pol¨ªticas. Toc¨® la fibra sensible de muchos delegados cuando reivindic¨® el papel de los militantes, aquellos que fueron los primeros en "bajar la mirada" cuando se extendieron las acusaciones de corrupci¨®n hacia los dirigentes pol¨ªticos; y reclam¨® la necesidad de hablar con absoluta libertad en el seno de la organizaci¨®n: "La democracia es el ox¨ªgeno que permite sobrevivir a la izquierda". Frente al "efecto secundario" que constituye la democracia para la derecha.