Un artefacto a medida
Est¨¢ aqu¨ª invitada porque se confiaba en el probado glamour de su protagonista, pero lo cierto es que Woman on top no merece figurar en la oferta de ning¨²n festival que se precie. Remedo de cuento fant¨¢stico con evocaciones de Como agua para chocolate, con mucho Caetano Veloso y el gran Ary Barroso revisitados en la banda sonora, y una Pen¨¦lope Cruz a cuya mayor gloria est¨¢ construido el artefacto, la ¨²ltima realizaci¨®n de la venezolana Fina Torres no podr¨¢ considerarse nunca un ejemplo de gui¨®n bien construido ni de pel¨ªcula basada en una historia consistente.Tiene, eso s¨ª, toneladas de gui?os a la correcci¨®n pol¨ªtica, una desaforada utilizaci¨®n de los m¨¢s trillados t¨®picos sobre Brasil y Bah¨ªa, un discurso de cuento para ni?os que parece justificar todos los desmanes que Torres perpetra en nombre del amor. Y una astuta apariencia para dar gato por liebre a sus espectadores: estando Pen¨¦lope como est¨¢, virtualmente todo el tiempo en el encuadre, y fotografiada a¨²n m¨¢s bella de lo mucho que ya suele estar, la pel¨ªcula encontrar¨¢ a buen seguro un p¨²blico entregado que loar¨¢ lo bonito de la fotograf¨ªa, los maravillosos paisajes bahianos, la m¨²sica pegadiza. Pero s¨®lo es una pel¨ªcula como otras tantas, espl¨¦ndidas, que hemos visto aqu¨ª s¨®lo por el hecho de que su materia prima es el celuloide impresionado por la luz... y poco m¨¢s.
La que s¨ª tiene entidad, comprensi¨®n real para sus personajes y una mirada activa sobre los ¨²ltimos a?os de la historia de Espa?a es Aunque t¨² no lo sepas, ¨®pera prima de un cortometrajista de largo aliento, Juan Vicente C¨®rdoba, la segunda de las pel¨ªculas espa?olas a competici¨®n en Zabaltegi / Zona Abierta. Basada en un relato de Almudena Grandes, El vocabulario de los balcones, la pel¨ªcula cuenta la historia de una truncada relaci¨®n amorosa, la que establecen dos adolescentes en 1974, pero vista desde la perspectiva de cada uno 25 a?os despu¨¦s.
Interpretada en sus principales papeles por una S¨ªlvia Munt tan solvente como suele y por un Gary Piquer tal vez un poco demasiado envarado, pero sobre todo por dos j¨®venes actores, Andr¨¦s Gertr¨²dix y Cristina Brondo, que est¨¢n tan bien o mejor que sus camaradas seniors, la pel¨ªcula recrea el encontronazo entre ambos a la luz de unos or¨ªgenes bien diferenciados, ¨¦l de Vallecas y la periferia obrera, ella del centro y de clase media. No faltan, es l¨®gico, las referencias generacionales, de Joan Manuel Serrat a los grises de la porra, de las manifestaciones a los atentados del tardofranquismo, de Rodr¨ªguez de la Fuente a los pantalones de pata de elefante.
C¨®rdoba, a quien a pesar de todo le falta a¨²n el oficio como para saber que la laguna central que la pel¨ªcula exhibe se podr¨ªa haber aligerado algo, demuestra en cambio una n¨ªtida voluntad de discurso, de recordar qui¨¦nes fuimos y qui¨¦nes somos, al tiempo que deja en el aire el interrogante de si lo que ¨¦ramos no ser¨ªa mucho mejor, m¨¢s solidario, m¨¢s limpio que eso en lo que nos hemos convertido. No es el suyo, conviene aclararlo, un discurso historicista, ni se lo propone: la Historia con may¨²scula est¨¢ ah¨ª para hacernos recordar, pero no para establecer sobre ella una lectura en t¨¦rminos ideol¨®gicos. Pero la pel¨ªcula, con sus vacilaciones, emociona y convence, al tiempo que demuestra que la calidad media de la selecci¨®n de Zabaltegi se mantiene este a?o donde suele: en notable alto.
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