Una trama de amistad entre ni?os
Es cierto que como director ya lo conoc¨ªamos de antes, de cuando el Goya a su cortometraje Cazadores, sobre todo. Pero no resulta exagerado afirmar que Achero Ma?as, actor y ahora tambi¨¦n realizador de largometrajes, ha dado la campanada con su pel¨ªcula de exordio, El Bola, cuarta espa?ola a concurso en Zabaltegi / Zona Abierta, y desde ahora, candidata a hacerse con el premio al mejor nuevo realizador. Historia de ni?os de barrio y de realidades enfrentadas, una familia tradicional con trastienda y otra m¨¢s, digamos, alternativa pero cuyos miembros se comportan con generosidad sin aspavientos, el filme es muchas cosas a la vez.Por una parte, una trama de amistad entre dos ni?os que, primera sorpresa, poco tienen que ver con los infantes retrospectivos imaginados por directores adultos, con lo que ello conlleva: espontaneidad en la relaci¨®n, lenguaje comprensible y no impostado, sentimientos l¨®gicos desde la perspectiva de la edad de los personajes.
Por la otra, una visi¨®n de barrio madrile?o, de Carabanchel, hecha con respeto y sin manique¨ªsmos; y otra, en fin, una dura requisitoria contra la violencia dom¨¦stica ejercida sobre los ni?os, contra esos padres autoritarios que anteponen sus supuestos derechos de paternidad al mism¨ªsimo C¨®digo Penal. Habr¨¢ ocasi¨®n de volver sobre ella porque se estrena en breve, pero vaya por delante que Ma?as ha sabido sortear con habilidad las trampas que se abren ante un director novel: no pretende el mensaje por el mensaje, nunca da gato por liebre. Es su pel¨ªcula un ejercicio narrativo sin fisuras, bien es cierto que tambi¨¦n sin grandes osad¨ªas formales; pero resulta coherente, parca e inteligente, una l¨ªmpida muestra, adem¨¢s, de cine socialmente comprometido con una causa noble.
Tambi¨¦n el C¨®digo Penal irrumpe en un filme como Sangue vivo del italiano Edoardo Winspeare, no en vano la pel¨ªcula habla de dos hermanos, uno que trapichea contrabandeando y otro que, preso de la dependencia, frecuenta amistades m¨¢s peligrosas a¨²n. Pero junto a esto, hay en la pel¨ªcula una inmersi¨®n en busca de resortes m¨¢s ancestrales, que se hunden en la noche del tiempo, que contribuye poderosamente a crear la fascinaci¨®n que emana de sus im¨¢genes. Los lazos de remordimiento que atan a los hermanos, la ausencia del padre, que en alg¨²n momento de la pel¨ªcula se explicita, y un tratamiento sociol¨®gico de la realidad de la Apulia, el tac¨®n de la bota italiana, mostrado en un tono tan neutro como efectivo hacen de la pel¨ªcula una muestra de cinematograf¨ªa casi etnogr¨¢fica.
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