Espido Freire publica un ensayo sobre los cuentos infantiles
Escatolog¨ªa y sexo
Ganadora del Premio Planeta en 1999 con la novela Melocotones helados, Espido Freire (Bilbao, 1974) ha preferido continuar su precoz carrera de escritora con un ensayo. Se titula Primer amor, y lo ha editado Temas de Hoy. El t¨ªtulo no refleja del todo bien su contenido. Freire habla, en efecto, de un primer amor en la introducci¨®n del libro, pero luego se mete de cabeza, desde el humor y la iron¨ªa y tratando de traerlos a la actualidad, en el complejo universo de los cuentos infantiles para intentar desentra?ar sus misterios y sus claves secretas."La editorial", explica, "estaba interesada en que hablara de mi primera pasi¨®n amorosa, pero pens¨¦ que era demasiado joven para hacer autobiograf¨ªa y que era dif¨ªcil decir nada nuevo sobre el amor, as¨ª que lo un¨ª con un proyecto antiguo, el de entrar en la morfolog¨ªa, la semi¨®tica y los roles de los cuentos infantiles".
Dotada de una pluma f¨¢cil -quiz¨¢ reflejo de su extraordinaria labia-, muy interesada por la psiquiatr¨ªa, la psicolog¨ªa y la astrolog¨ªa ("son parcelaciones del comportamiento que suplen bastante bien la inexperiencia"), Freire recrea una historia que no fue exactamente de amor. "En el barrio ¨¦ramos dos amigas muy amigas, Elsa y yo, y durante una temporada compartimos a un novio, un chavalillo muy majo. Pero el primer amor no fue ¨¦se. El primer amor siempre es m¨¢s que eso, porque es el que se vive de una forma ¨²nica; y los que vienen luego son s¨®lo reacciones o confirmaciones del primero, que es el modelo para siempre".
Respecto a los cuentos infantiles, tanto los escritos como los orales (a los que ella estuvo muy pr¨®xima en su infancia gallega), Freire se declara una forofa absoluta, y dice que no distingue nacionalidades (pero s¨ª g¨¦neros) y que los sigue leyendo. "Los cuentos est¨¢n llenos de ense?anzas afectivas y de consejos para la vida. Las f¨¢bulas guardan las claves morales. Los mitos y las sagas dejan descubrir las ra¨ªces sociales. Todos, de una forma o de otra, contienen atrocidades, pero, desgraciadamente, se han ido edulcorando con el tiempo".?Desgraciadamente? "Claro, a los ni?os les encanta la escatolog¨ªa, el sexo, el miedo, y no les queda ning¨²n trauma por o¨ªr historias crueles o expl¨ªcitas. La inocencia de los ni?os es una falsedad, una mentira".
Y algunos de los cuentos m¨¢s c¨¦lebres, dice Freire, son "un verdadero cat¨¢logo de consejos, un manual de c¨®mo comportarse en el futuro, incluso una gu¨ªa de caza, acoso y derribo para ni?as en edad de ligar. La bella durmiente y Cenicienta son sendos manuales de seducci¨®n. Cenicienta es activa: incita, provoca y consigue. Trabaja mucho, el s¨¢bado se pone guapa, se va a bailar a la discoteca, conoce a un chico, le deja el tel¨¦fono (el zapato) y se marcha. ?l rastrea un poco y al final la encuentra. La bella es mona y pasiva. La t¨ªpica que espera sentada en un rinc¨®n".
Babelia
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