La pol¨¦mica sobre la p¨ªldora abortiva en EE UU irrumpe en la campa?a presidencial

Cautela electoral

La decisi¨®n de las autoridades sanitarias de aprobar el uso de la p¨ªldora abortiva ha generado m¨¢s debate pol¨ªtico entre los candidatos presidenciales de EE UU que debate social entre partidarios y detractores. Varios grupos antiabortistas preparan estrategias legales para frenar en los tribunales la aprobaci¨®n de la p¨ªldora. Los congresistas m¨¢s conservadores tambi¨¦n han anunciado iniciativas para tratar de limitar al m¨¢ximo el uso del nuevo medicamento, que puede comenzar a comercializarse justo en la semana en la que se celebran las elecciones presidenciales.El republicano George W. Bush, opuesto radicalmente al aborto salvo para casos de violaci¨®n, incesto o peligro para la mujer, trat¨® de eludir el debate sobre la p¨ªldora abortiva en su campa?a, consciente de que un desliz puede costarle votos el 7 de noviembre. Bush opt¨® por un comunicado en el que muestra su temor a que la p¨ªldora "haga aumentar el n¨²mero de abortos, en vez de disminuirlos". "Como presidente", se aventura a decir, "trabajar¨¦ en la construcci¨®n de una cultura que respete la vida". Las estad¨ªsticas demuestran que en los pa¨ªses en los que est¨¢ disponible, la p¨ªldora abortiva no aumenta el n¨²mero de abortos.

La interpretaci¨®n de esa ¨²ltima frase del comunicado aviv¨® m¨¢s a¨²n el debate pol¨ªtico. Scot McClellan, portavoz de Bush, reconoci¨® que "aparentemente, un presidente no tiene autoridad para retirar un medicamento del mercado". McClellan s¨ª anunci¨® que Bush, si llega a ser presidente, tratar¨ªa de forzar a la FDA (la autoridad sanitaria) a revisar su investigaci¨®n sobre los efectos de la p¨ªldora "para saber si han considerado todos los riesgos o si s¨®lo han actuado por las presiones pol¨ªticas de la Casa Blanca".Aunque las encuestas muestran una carrera presidencial sumamente ajustada, Gore siempre supera a Bush en intenci¨®n de voto entre las mujeres.

El vicepresidente y candidato dem¨®crata se situ¨® al otro lado en el debate. En una entrevista a la CNN, Gore, que apareci¨® junto a su esposa, Tipper, alab¨® la decisi¨®n de la FDA y mostr¨® su convicci¨®n en que "no hab¨ªa por qu¨¦ hurtar a las mujeres" un m¨¦todo que resta traumatismo al aborto. "La decisi¨®n de la FDA", dijo, "no gira en torno a cuestiones pol¨ªticas sino sobre el derecho fundamental de la mujer a elegir".

Gore tampoco evit¨® hacer campa?a en contra de Bush y de su intenci¨®n de "hacer todo lo que pueda" para tratar de ilegalizar el aborto en EE UU. Aunque Bush ha dicho que no impulsar¨¢ reformas constitucionales en ese sentido, ni elegir¨¢ a los jueces del Tribunal Supremo en funci¨®n de su postura en esta cuesti¨®n, Gore record¨® que al pr¨®ximo presidente le puede corresponder la elecci¨®n de 3 o 4 jueces en el Supremo, y que eso puede desequilibrar la balanza en contra de quienes defienden el derecho al aborto.

Las organizaciones que favorecen el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo ensalzaron la decisi¨®n de aprobar la p¨ªldora pero tambi¨¦n mostraron su temor a que los republicanos m¨¢s conservadores hagan lo que est¨¦ en su mano para bloquear la nueva v¨ªa m¨¦dica. "Tenemos que estar vigilantes", dijo Kate Michelman, presidenta de la Liga Nacional por el Derecho al Aborto. Michelman, en descarada campa?a a favor de Gore, asegur¨® que las mujeres "deben asegurarse de que el pr¨®ximo presidente apoya el derecho de la mujer a tener m¨¢s opciones".

Las asociaciones antiabortistas parec¨ªan aceptar la derrota con m¨¢s resignaci¨®n de la que cab¨ªa esperar y optaron por la v¨ªa del miedo al recordar los supuestos efectos secundarios que tiene el uso del f¨¢rmaco. Desde las filas republicanas del congreso, Chris Smith lleg¨® a decir que la p¨ªldora abortiva (el "veneno de beb¨¦s", seg¨²n su definici¨®n) es tambi¨¦n "un veneno para las madres que lo toman" y asegur¨® que su ingesti¨®n provoca fuertes dolores y hemorragias.

Los m¨¦dicos y cient¨ªficos insistieron ayer en que apenas ha habido complicaciones espor¨¢dicas entre las mujeres que han usado la p¨ªldora abortiva, con hemorragias en menos de un 1% de los casos.