Espectacularidad y aburrimiento en el estreno de 'Don Quijote' de La Fura
La ¨®pera concebida por el grupo teatral abre la temporada del Liceo
Espectacular pero tambi¨¦n, y de forma parad¨®jica, aburrido result¨® al final el montaje de la ¨®pera D. Q. Don Quijote en Barcelona concebida por La Fura dels Baus, con m¨²sica del compositor Jos¨¦ Luis Turina y libreto del escritor Justo Navarro, estrenada anoche en Barcelona y con la que el nuevo teatro del Liceo inaugur¨® su segunda temporada. Los dos primeros actos, muy est¨¢ticos, la recurrencia de los efectos especiales y los largu¨ªsimos entreactos acabaron por restar agilidad al espect¨¢culo.
Con dos d¨ªas de antelaci¨®n al calendario inicialmente previsto, el nuevo teatro del Liceo inaugur¨® su segunda temporada con el estreno mundial de una nueva ¨®pera concebida por el grupo teatral La Fura dels Baus. Un estreno que hab¨ªa despertado una gran expectaci¨®n dejando en taquilla s¨®lo varios cientos de entradas para las nueve funciones previstas hasta el pr¨®ximo 10 de octubre. Una expectaci¨®n que tanto el compositor de la ¨®pera, Jos¨¦ Luis Turina, como el libretista, el escritor Justo Navarro, no dudaron en reconocer que hab¨ªa generado la participaci¨®n de La Fura dels Baus en el montaje, tanto como responsables de la concepci¨®n de la obra como de su puesta en escena. Con un p¨²blico integrado por completo por invitados, entre los que la direcci¨®n del Liceo situ¨® en lugar preferencial a los representantes de las empresas patrocinadoras y las entidades protectoras del teatro, se estren¨® D. Q. Don Quijote en Barcelona, ¨®pera que lleva hasta el siglo XXXI a un Don Quijote que vive aventuras que guardan paralelismos con las que Cervantes le hace correr en su c¨¦lebre novela. La expectaci¨®n se palpaba antes del inicio de la funci¨®n entre el p¨²blico, que estaba dispuesto a disfrutar como pocas veces del privilegio de ser el primero en ver lo que se ha anunciado como una nueva forma de crear ¨®pera, que empieza por la concepci¨®n esc¨¦nica, le sigue un libreto hecho a medida, para al final componer la m¨²sica, una secuencia que invierte los t¨¦rminos de la creaci¨®n habituales de las obras de este g¨¦nero.
La inc¨®gnita sobre si el invento funcionar¨ªa y dar¨ªa como resultado final una ¨®pera no pareci¨® de entrada preocupar al p¨²blico, convencido de antemano de que iba a vivir una experiencia diferente. Y ciertamente fue una experiencia diferente, aunque no exactamente la que el p¨²blico se hab¨ªa imaginado con toda la informaci¨®n que hab¨ªa circulado d¨ªas antes del estreno. Y es que la teor¨ªa no siempre se corresponde con la pr¨¢ctica.
Sobre el papel se promet¨ªa espectaculidad, y espectacularidad hubo en la complej¨ªsima escenograf¨ªa ideada por el arquitecto bercelon¨¦s Enric Miralles, fallecido el pasado mes de julio y al que La Fura dels Baus, Jos¨¦ Luis Turina y Justo Navarro han dedicado la ¨®pera. Pero fue esa misma complejidad la que convirti¨® una ¨®pera con dos horas de m¨²sica en una espect¨¢culo del que el p¨²blico sali¨® del teatro cuatro horas despu¨¦s de haber entrado tras soportar dos entreactos de 45 minutos cada uno.
En su puesta en escena, La Fura dels Baus juega a impactar con la espectaculidad de la escenograf¨ªa. Proyecciones -viaje estelar en el primer acto, im¨¢genes a¨¦reas de metr¨®polis en el segundo y tifones y maremotos en el tercero - y cantantes situados en espacios ins¨®litos -suspendidos por una especie de trapecios y bolsas en el primero y en un enorme zepel¨ªn en el segundo- acaban por aburrir en los dos primeros actos, en exceso est¨¢ticos y reiterativos en los escasos movimientos esc¨¦nicos. S¨®lo el tercer acto, ambientado en La Rambla de Barcelona en un futuro cercano, consigue salvar el espect¨¢culo del bostezo gracias a la aparici¨®n, por fin, de acci¨®n.
Babelia
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