La mejor Marion, las peores velocistas

La mejor Marion Jones se encontr¨® con la peor generaci¨®n de velocistas estadounidenses. Lentas y torpes, dos defectos plasmados en una lamentable carrera de relevos 4x100. Jones agarr¨® el bronce por poco, despu¨¦s de arreglar a medias todos los errores de sus compa?eras. Estados Unidos necesitaba algo m¨¢s que a su estrella para derrotar a Bahamas, la peque?a isla caribe?a que produce atletas de primera. Tres de ellas -Sevatheda Fynes, Debbie Ferguson y Chandra Sturrup- disputaron la final de 100. La cuarta, Pauline Davis, fue segunda en los 200 metros. Con este equipo vencieron el pasado a?o en los Mundiales de Sevilla. Las norteamericanas ten¨ªan el equipo m¨¢s d¨¦bil de su historia. S¨®lo Marion Jones se clasific¨® para las finales de 100 y 200 metros. Su desventaja ¨²nicamente pod¨ªa compensarse con un brillante ejercicio en el paso del testigo entre Gaines, Edwards y Perry. Si Marion sal¨ªa en ¨²ltimo lugar con una desventaja de cinco o seis metros, la victoria era segura. Pero las tres actuaron como sus peores enemigas. Nancee Perry sali¨® antes de tiempo y tuvo que detenerse para esperar la llegada de Torrie Edwards. A su lado, las chicas de Jamaica y Bahamas corr¨ªan como flechas. El cambio entre Perry y Jones no fue mucho mejor. Perry tuvo que agarrar del brazo a su compa?era para entregarle el testigo. La carrera estaba perdida en ese momento, y la medalla casi tambi¨¦n. Jones tuvo que superar a Arron para conseguir el tercer puesto. El oro y la plata eran imposibles.Se lo dijo Pauline Davis tras la final de 200 metros. "Os vamos a dar un infierno de carrera". As¨ª fue. Bahamas ha reunido un grupo estupendo de velocistas, todas ellas formadas en universidades de Estados Unidos. No puede ser de otra forma cuando se trata de un pa¨ªs de apenas 250.000 habitantes. Chandra Sturrup, por ejemplo, es compa?era de entrenamientos de Marion Jones en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Todas ellas se distinguen por su calidad en las distancias cortas y por un esp¨ªritu de equipo que no se vio en las norteamericanas. "La gente habla de muchas cosas, pero se olvida que nosotras procedemos de un islita que se tiene que enfrentar a un pa¨ªs de 250 millones de habitantes", dijo Paulina Davis, la extravertida portavoz del equipo de Bahamas.

La derrota de Marion Jones no retira su cartel de m¨¢xima estrella de los Juegos. Cuando de ella dependi¨®, no hubo color. S¨®lo cedi¨® en el salto de longitud, por apenas siete cent¨ªmetros. Pero despu¨¦s de 12 carreras y siete saltos, tiene todo el derecho a santirse satisfecha por su haza?a. Ninguna otra atleta en la historia de los Juegos hab¨ªa conseguido cinco medallas en una misma edici¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos. Jones conquist¨® su quinta medalla en la prueba de 4x400 metros. Fue un oro espectacular. La decepci¨®n de la derrota en el 4x100 no tuvo efecto alguno en su ¨²ltima intervenci¨®n en Sydney. Jones dice que odia la carrera de 400 metros. Ni le gusta, ni entiende sus caracter¨ªsticas. "No controlo mi cuerpo", asegura. No es de extra?ar. Los 400 metros resultan aniquiladores. Pero Jones est¨¢ hecha de una pasta especial.

Las estadounidenses sent¨ªan tanta desconfianza a la prueba de 4x400 como a la de relevos cortos. La actuaci¨®n de Marion era una inc¨®gnita. A principios de temporada corri¨® la distancia en menos de 50 segundos, y no volvi¨® a saber de la prueba. No esperaba un trabajo f¨¢cil en Sydney. Jamaica presentaba un equipo competente. Las brit¨¢nicas contaban con dos atletas que hab¨ªan bajado de 50 segundos en la final. Rusia hab¨ªa a?adido a Irina Privalova a su buen equipo. Y Australia contaba con Cathy Freeman, la reina del 400.

La respuesta de Marion Jones fue sensacional. Sali¨® como tercera relevista de equipo. Recibi¨® el testigo a la vez que las jamaicanas. Comenz¨® la curva con prudencia, con varias atletas muy cerca de ella. Pero, poco a poco, se destac¨® con una zancada suelta, sin dar s¨ªntomas de fatiga, con un excelente equilibrio para controlar el gasto de energ¨ªa. Su gran carrera dio la victoria a Estados Unidos. Junto a Cathy Freeman, fue la ¨²nica que complet¨® un parcial inferior a 50 segundos. Abri¨® tanta distancia sobre sus rivales que Latasha Colander se pudo permitir un tiempo mediocre para ganar una carrera que abunda en la excelencia de una mujer que ha hecho historia en Sydney.