Los papeles perdidos

El toreo perdi¨® los papeles hace a?os, pero resulta penoso comprobarlo cada d¨ªa y en plaza tan importante como la Maestranza sevillana. Desaparecida la afici¨®n, los tendidos son ocupados por espectadores festivos que atentan contra las m¨¢s elementales normas del prestigio taurino con el benepl¨¢cito de una autoridad torpe y sin criterio. Y los toreros han perdido la gallard¨ªa, el valor y el sentido de la responsabilidad que un d¨ªa los convirti¨® en h¨¦roes.Claro que los novilleros est¨¢n justificados. Sus mayores son protagonistas de una ¨¦poca en la que la verg¨¹enza taurina brilla por su ausencia. Ah¨ª est¨¢ el caso singular de Curro Romero y Morante de la Puebla, que, por motivos muy cercanos a los astifinos pitones de los toros, se cayeron de la pasada Feria de San Miguel.

La espantada cay¨® como una bomba, pero los toreros, conocedores del pa?o, se han ofrecido para torear un mano a mano a fin de hacerse perdonar por Sevilla. Pero su ofrecimiento encierra una gran mentira, porque lo que quieren torear es un festival con novillos desmochados. Afortunadamente, parece que el desaguisado no se llevar¨¢ a cabo porque el empresario se niega en redondo a que estos toreros vuelvan, de momento, al ruedo maestrante.

As¨ª est¨¢ la fiesta: con los papeles totalmente perdidos. As¨ª se entiende que en la novillada de ayer nadie se jugara el tipo. Los novillos eran blandos, noblotes, que van y vienen sin codicia ni bravura. Los novilleros, c¨®modos, de escaso coraz¨®n, parsimoniosos en las posturas y aburridos. Jos¨¦ Le¨®n es novillero poco experimentado, de escaso conocimiento y menos expectativas de futuro. No est¨¢ preparado para torear en Sevilla. El toreo Fern¨¢ndez Pineda tiene sabor, pero el novillero busca el triunfo al modo de hoy: a medias. Aguant¨® mil tarascadas de su primero, y en el segundo, m¨¢s noble, hizo una faenita moderna. Manuel Carbonell tiene buenas maneras toreras, pero le preocupa m¨¢s la preparaci¨®n de los pases que la ejecuci¨®n de ¨¦stos. En sus dos novillos demostr¨® decisi¨®n, se dej¨® enganchar la muleta y consigui¨® alg¨²n pase suelto estimable.