Holanda despenaliza la prostituci¨®n y suprime la ley contra los burdeles
La derecha pide controlar la industria del sexo
Desde ayer, las prostitutas ejercen su profesi¨®n de forma completamente legal en Holanda, el pa¨ªs que las exhibe en los famosos escaparates de los barrios rojos. La ley que prohibi¨® los burdeles, aprobada en 1911 bajo las presiones de los radicales calvinistas que reaccionaron contra la liberalizaci¨®n heredada de la invasi¨®n napole¨®nica, establec¨ªa una pena de c¨¢rcel de un a?o o multas de hasta 2.000 florines (unas 150.000 pesetas) para los que convirtieran "en profesi¨®n o h¨¢bito el fomento de la prostituci¨®n".
Cuatro de sus 29 a?os los dedic¨® Pascal al ejercicio de la prostituci¨®n, una actividad libre y legal en Holanda. Al igual que las cerca de 5.000 mujeres que se exhiben en los famosos escaparates de los barrios rojos de las ciudades, Pascal ten¨ªa libertad para negociar con sus clientes el precio y las condiciones del servicio, limit¨¢ndose a pagar un alquiler al propietario de la casa que utilizaba. "Trescientos florines por el d¨ªa completo, noche incluida", explica. Su tarifa media era de 3.500 pesetas por media hora de servicio.Si Pascal hubiera trabajado en la calle, o hubiera podido comprar su habitaci¨®n con escaparate, habr¨ªa sido considerada legalmente una trabajadora aut¨®noma. Igual que un alba?il, un taxista o una vendedora de bombones. Su profesi¨®n, sin embargo, entraba en el c¨ªrculo ilegal, porque facilitar las instalaciones para el ejercicio del oficio m¨¢s viejo del mundo estaba parad¨®jicamente prohibido por la ley en Holanda. La situaci¨®n cambi¨® ayer, con la entrada en vigor de la norma que legaliza completamente la prostituci¨®n al abolir la normativa contra la existencia de los burdeles.
En la pr¨¢ctica, la polic¨ªa y las autoridades locales han hecho la vista gorda tanto con los burdeles como con los escaparates alquilados desde que los a?os sesenta y setenta trajeron las nuevas corrientes progresistas a Holanda. La mayor¨ªa de las prostitutas -un 45% de las 30.000 que se calcula que ejercen- trabaja en clubes privados; el 35% de ellas se ofrece desde los escaparates y el resto hace citas en hoteles o a domicilio, a menudo con clientes fijos. S¨®lo una peque?a parte (casi siempre drogadictas) est¨¢ en la calle.
La nueva pr¨¢ctica pretende traer transparencia al sector y mejorar su imagen. "A pesar de la tolerancia, la ilegalidad en la que se encuentran desde hace casi un siglo los burdeles ha impedido la transparencia, ha dificultado los controles y ha amparado la proliferaci¨®n de tr¨¢fico de menores, comercio de armas y drogas y todo tipo de actividades ilegales", explica Mariska van Doornick, de la Fundaci¨®n Mr. A de Graaf, que investiga sobre la prostituci¨®n. M¨¢s de la mitad de las prostitutas son extranjeras ilegales que trabajan voluntariamente u obligadas.
No todos han acogido la ley con satisfacci¨®n. Preocupados por un aumento descontrolado de la industria del sexo, los ayuntamiento m¨¢s conservadores, en su mayor¨ªa regidos por partidos confesionales calvinistas, se afanan en la b¨²squeda de trucos jur¨ªdicos que les permitan impedir la apertura de este tipo de negocios. La ley aprobada por el Parlamento dej¨® a los municipios la posibilidad de desarrollarla.
Imposibilitados para establecer una prohibici¨®n total, las ideas no dejan de ser originales. Localidades como Bunschoten han determinado que no se pueda abrir un prost¨ªbulo a menos de 500 metros de una escuela, centro juvenil o iglesia, lo que en la pr¨¢ctica hace imposible encontrar un lugar adecuado. El mismo ejemplo han seguido Altena y Land en Heuden, reduciendo la distancia a 250 metros. Otros han aprobado una ley que establece en uno el m¨¢ximo de burdeles permitido, y los menos atrevidos se limitan a establecer una ¨²nica zona, a menudo fuera de la ciudad, en un pol¨ªgono industrial, donde puedan establecer la industria del sexo.
La actitud de los municipios conservadores ha desencadenado las iras de la Asociaci¨®n de Propietarios de Empresas de Descanso, como eufem¨ªsticamente se ha llamado el sector durante los 87 a?os de prohibici¨®n. La asociaci¨®n va a emprender acciones legales contra varias decenas de ayuntamientos que est¨¢n poniendo trabas.
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